El Valle de Ordesa está ubicado en el Pirineo central de Huesca. Está catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Forma parte de la declaración como Patrimonio Mundial de Pirineos – Monte Perdido desde 1997. Además, parte del Parque se integra en la Reserva de la Biosfera de Ordesa – Viñamala desde 1977.
La perdiz nival, el quebrantahuesos o la endémica rana pirenaica son algunos de los representantes vivos de un parque nacional propio de las montañas con rocas de origen sedimentario, calizas principalmente.
Diferentes circunstancias, han contribuido históricamente a la creación de este Parque Nacional, entre las que se debe citar la labor divulgadora y conservacionista de Lucien Briet y Pedro Pidal, la cuales, propiciaron el nacimiento de uno de los primeros parques nacionales del mundo, el del Valle de Ordesa, siendo declarado por Decreto el 16 de agosto de 1918.
A finales de los 70, a raíz del proyecto de inundación del Cañón de Añisclo para su aprovechamiento hidroeléctrico, instituciones y colectivos de ciudadanos se movilizaron para salvar este enclave. Las obras se paralizaron y en 1982 el Parque Nacional se amplía y reclasifica bajo el nombre de Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Ley de 13 de julio).
La afluencia turística, con algo más de 600.000 visitantes anuales, se concentra esencialmente en Torla, puerta del valle de Ordesa. Uno de los mayores problemas que presenta la gestión de este Parque Nacional es la concentración de visitas en los meses estivales, especialmente evidente en el valle de Ordesa, con cerca de 63.000 personas en julio, 87.000 en agosto y 31.000 en septiembre.
Por ello, el Ministerio de Medio Ambiente puso en marcha durante 1998 el Plan de Accesos de Visitantes al Valle de Ordesa.
Dentro de este plan se ha construido un aparcamiento en Torla, con capacidad para 386 turismos y 17 autocares, habilitando además, autobuses que facilitan el acceso de los visitantes al valle de Ordesa.
La creciente sensibilidad hacia temas relacionados con la conservación de la naturaleza, ha frenado desde hace algunos años los proyectos de nuevas vías de tránsito que durante cierto tiempo se consideraron necesarias para el mantenimiento de las poblaciones de montaña.
Así, los dos tramos de carreteras que penetran en el Parque Nacional están sujetas a una regulación estricta durante la época de circulación intensa. El Plan de Gestión prevé incluso su cierre en estas épocas y el uso alternativo de medios de transporte colectivo para acceder al interior del Parque.
Pradera de Ordesa - Cascadas del Estrecho - Circo de Soaso - Cola de Caballo - Pradera de Ordesa.
Desde este lugar se obtiene una buena panorámica del macizo de Monte Perdido.
Al final del trayecto, en la cabecera del valle, se halla la cascada de la Cola de Caballo. Desde aquí se recomienda el regreso por el mismo camino.
A continuación os dejo el reportaje fotográfico.
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