miércoles, 25 de diciembre de 2013

Virgen de la Barca, Muxia.

Virgen de la Barca, Muxia.
Muxía, de nuevo 'zona cero' tras el incendio del emblemático santuario de A Virxe da Barca. La ciclogénesis explosiva que barrió España quiso dejar su huella en la Costa da Morte, en Galicia.
Un voraz incendio destruye el Santuario da Virxe da Barca, en Muxía. El templo está considerado uno de los más emblemáticos de Galicia y se encuentra ubicado en la Costa da Morte, justo al lado del mar. Casualmente la zona fue la más afectada por el desastre del Prestige que afectó a toda la costa gallega.
El santuario es el principal punto de referencia de la riqueza cultural e histórica de Muxía y centro de la Romaría da Virxe da Barca, el fenómeno cultural más importante del año en el municipio de Muxía y una de las fiestas de referencia en Galicia.
La dimensión del incendio ha obligado a desplazar a un buen número de efectivos de los cuerpos de bomberos. En el lugar trabajan desde primera hora efectivos de las localidades de Cee y grupos de intervención municipal y protección civil de Vimianzo, Muxía, Carballo y Cee. Al lugar se han desplazado técnicos de Patrimonio para evaluar los daños y la Policía Judicial, con el fin de investigar el origen del fuego.
La que fue zona cero del mayor desastre ecológico de Europa, tras el naufragio del petrolero Prestige, vuelve a instalarse en la desolación. El santuario, que ha ardido casi por completo, es lugar de culto y peregrinación popular. El principal riesgo tras la extinción del fuego es el derrumbe de la estructura.
El 112 recibió el aviso de incendio a las 08.29 de la mañana. Dos vecinas de la zona, que habían salido a correr como cada día, detectaron un resplandor a través de una de las ventanas laterales, así como olor a humo, por lo que alertaron rápidamente al cura. El alcalde apuntó que, a la espera de la información técnica, el fuego se originó sobre las 06.45 horas como consecuencia de la caída de un rayo en un transformador próximo a la iglesia, que se incendió y transmitió el fuego a través de los cables a la sacristía, cuyo tejado ya se ha venido abajo. La cúpula central se mantiene en pie, aunque los bomberos y efectivos que han trabajado en la extinción de las llamas consideran que podría caer también.
Los bomberos de Cee han explicado que el Santuario ha ardido casi por completo y ahora el principal riesgo es el derrumbe de parte de la estructura. Han quedado en pié las paredes de piedra y la cúpula, pero su estructura está muy dañada y corre riesgo de desplomarse.
Los equipos de extinción continúan en el lugar y diversas fuentes vecinales han coincidido en calificar el siniestro de "desastre", ya que los daños son de gran envergadura, pues señalan que solo se ven en pie torres y paredes.
El fuerte viento que soplaba en la zona de Muxía, en A Coruña, provocó que el incendio del santuario de A Virxe da Barca se propagase con rapidez y dejase el templo calcinado casi por completo. El riesgo de derrumbe de la bóveda preocupa a los técnicos. el tejado de pizarra y la madera que los soportaba han caído sobre la misma, que está también soportando el agua de la lluvia caída.
El interior del santuario está totalmente calcinado y el retablo central ha desaparecido por el efecto del fuego que ya ha sido extinguido.
Los retablos laterales del templo han resultado quemados, aunque no en su integridad, y sólo se han salvado de las llamas elementos como bancos o confesionarios, de menor valor cultural.
Los vecinos de la zona, muy arraigados a la Virgen, se desplazaron hasta el templo para comprobar el estado del Santuario, e incluso insinuaron el milagro protector de la Virgen con el pueblo dado que, según afirmaron los vecinos, de caer el rayo en el pueblo hubiese provocado daños en muchas casas.
 
El Santuario.
Aunque el primer escrito que hace referencia al santuario de A Virxe da Barca data de 1544, su antigüedad se remonta a los siglos XI o XII, según la información municipal.
La capilla del templo fue reconstruida en varias ocasiones, según consta en el archivo parroquial, pero la actual edificación fue reconstruida en 1719. La casa rectoral y el campanario independiente se construyeron posteriormente, la primera en 1828 y el segundo en 1834.
El actual templo tiene una planta en cruz latina de 33 por 19 metros en el crucero y con una sola nave de gruesos muros de sillería. Se trata de un edificio de estilo barroco, con influencias del clasicismo del siglo anterior, de una austeridad que se rompía por la rica ornamentación de los retablos del interior.
El Retablo mayor, totalmente calcinado, estaba dedicado a la Virgen de A Barca y era obra del artista compostelano Miguel de Romay, que se contrató en 1717. Tenía tres cuerpos, de los que el central, con dos calles dedicadas a los apóstoles con relieve de medio cuerpo que convergían hacia el centro, donde se situaba el camarín de la imagen gótica de la Virgen, obra del siglo XIV. No resultó dañada, sin embargo, el original de la Virxe da Barca, ya que se guarda con importantes medidas de seguridad en otro punto de Muxía. La réplica resultó completamente calcinada.
Otros dos retablos barrocos, el de San Xoan y el de San Miguel, se situaban uno frente al otro en el brazo largo de la nave y, además, el templo contaba con cuatro altares más con sus respectivos retablos. Los retablos laterales del templo han resultado quemados, aunque no en su integridad.
El santuario es el principal punto de referencia de la riqueza cultural e histórica de Muxía y centro de la Romería da Virxe da Barca, el fenómeno cultural más importante del año en el municipio de Muxía y una de las fiestas de referencia en Galicia.
Su situación en el extremo occidental, cerca de Finisterre y su dedicación a la Virgen, lo vinculan al hecho jacobeo y son muchos los peregrinos que una vez que visitan la Catedral de Santiago se trasladan a Muxía.
Desde tiempos remotos se celebra en el mes de septiembre la romería de la Barca de Muxía, una antigua celebración que congrega a un número ingente de fieles venidos de todas partes de Galicia. Al mismo tiempo que la celebración religiosa fue consolidándose se fue creando una fiesta paralela, convirtiéndose la Romería de la Barca, en la más importante de A Costa da Morte y en punto de encuentro miles de jóvenes que llegan a Muxía en el mes de septiembre.
Incluso de fuera que acuden al Santuario de la Barca a subirse sobre la Piedra de Abalar a la cual se le atribuye capacidad adivinatoria, y también pasar por debajo de la Piedra dos Cadrís, de las cuales se piensa que tienen propiedades curativas.
El santuario fue recientemente rehabilitado. El desgaste de las piedras de granito, fruto de la erosión provocada por la cercanía del mar, provocó que los sillares fueran perdiendo volumen y tuviera que hacerse casi una reconstrucción manual.
Los bloques iban perdiendo volumen poco a poco, algo que se podía apreciar a simple vista. La culpable de tal asunto era la sal del mar. La solución fue sencilla pero técnicamente laboriosa. Hubo que quitar a mano, todo el cemento de las juntas y sustituirlo por un mortero de sacrificio, que tiene la ventaja de frenar el deterioro de la piedra. La actuación fue financiada por el Ministerio de Cultura, que invirtió cerca de 400.000 euros para recuperar el inmueble.
Solidaridad y reconstrucción.
El alcalde de Muxía, Félix Porto, mostró su desolación por lo ocurrido. El edificio está «completamente destrozado», explicó. «Nadie se podía imaginar que el santuario quedase reducido a la nada en apenas dos horas. El interior ha desaparecido», agregó el regidor, que insistió en que este incendio será «un auténtico desastre» y, con él, «se va una parte de uno. Es un día negro para la comarca», concluyó. De todos modos, aseguró que había recibido numerosas muestras de apoyo y que confía en que el Santuario pueda estar recuperado para la celebración de la Virxe da Barca el próximo mes de septiembre.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, trasladó su solidaridad con los vecinos de la zona y se comprometió con el alcalde de Muxía, Félix Porto, a reconstruir el Santuario da Virxe da Barca «entre todos». Feijoo subrayó la gran devoción de los marineros con la Virgen y la importancia que tiene su santuario para muchos peregrinos que deciden finalizar allí su Camino.
También la Diputación de A Coruña ha difundido un comunicado en el que señala que colaborará "con lo que sea necesario" para la recuperación del santuario.
Su presidente, Diego Calvo, trasladó también al alcalde su "profundo pesar" y apuntó que, "ante situaciones así, todas las administraciones tenemos que trabajar juntas y buscar soluciones para minimizar, en la medida de nuestras posibilidades, las consecuencias del incendio.
El consejero de Cultura de la Xunta, Jesús Vázquez, aseguró estar muy preocupado por el estado desastroso de uno de los santuarios más representativos del país. Ha confirmado, tras visitar la zona en compañía de técnicos de Cultura, que ha ordenado de manera inmediata la evaluación y valoración del estado de la iglesia para proceder a su recuperación. Vázquez entiende que es una prioridad pero que la recuperación será larga. De momento se establecerán medidas para que no se produzcan más desperfectos.
En las labores de recuperación se involucrará la Iglesia. El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, acompañó al consejero en la visita y mostró el apoyo de la archidiócesis. Los técnicos del arzobispado se desplazarán mañana a la zona.
Nota: Las imágenes del incendio han sido copiadas de distintos medios de comunicación.
 Autor del blog.

viernes, 20 de diciembre de 2013

La gastronomía en Urola Garaia.

La gastronomía en Urola Garaia.
Ayer jueves, diecinueve de diciembre, se celebró en el Bar Korta de Zumarraga la presentación del libro Zaporegileak La gastronomía en Urola Garaia editado por ZUM Edizioak y en el que he colaborado con un artículo.
Este es un libro perteneciente a la colección Urola Garaia: MENDE BAT IRUDITAN que se buzonea gratuitamente en las localidades pertenecientes a dicha comarca.
La colección compuesta hasta ahora de trece volúmenes, trata de reflejar los distintos aspectos de la vida de la Comarca. Estos son los anteriores títulos editados:
 
En esta ocasión es el número trece y se trata, como dice Tere Madinabeitia redactora y entrevistadora de dicho volumen, en su presentación: En cuarta dimensión. Ojalá existiera el 4D, ese que te permite percibir los objetos en tres dimensiones y una más, en este caso debería ser el olfato.
Porque se ha tratado de plasmar el pasado y el presente de la GASTRONOMÍA en la Comarca. Una ciencia, arte, espectáculo, moda o como lo queramos llamar. Según el diccionario de la Real Academia Española  es el arte de preparar una buena comida, o la afición a comer regaladamente.
Y según Wikipedia, la palabra Gastronomía proviene del griego y es el estudio de la relación del hombre con su alimentación y su medio ambiente o entorno. Gastrónomo es la persona que se encarga de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa. Sin embargo, ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina: no siempre se puede afirmar que un cocinero es un gastrónomo. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida.
Por eso en esta ocasión aparecen hosteleros, cocineros, vinateros, carniceros, etc. y se ha bautizado el libro como “Zaporegileak”, creadores de sabores, porque precisamente son eso, creadores y elaboradores de sabores. Como añadido, sirve de homenaje a Ana Aranburu, que se retira de su negocio del bar Iburreta.
Fue Tere quien se puso en contacto conmigo para comentarme si podía colaborar en esta edición de un nuevo  volumen. Me comentó de qué se trataba el tema y tras unos días de pensarlo  comencé a plasmar en papel mis recuerdos y accedí a ello. Como ya digo en el artículo, he tenido bastantes experiencias relacionadas con este mundo de la gastronomía, en el cual me desenvuelvo, creo, aceptablemente.
Después de una entrevista y estar un rato hablando fue tomando forma y este es el artículo que he escrito para colaborar con ZUM Edizioak, a quien tengo que agradecer el haberme elegido en esta ocasión.

Y éste es el artículo escrito por mi:
En mi página web (www.ferminlopetegui.es), me declaro un aficionado de la gastronomía. Me gusta salsear en la cocina de la sociedad Auzokoak de Zumarraga de la que soy socio, en casa y en las reuniones de la cuadrilla Txabolako Lagunak. Pero también me gusta comer, cómo no, y desde bien pequeño además. Aún tengo bien guardadas en mi memoria aquellas excursiones domingueras por tierras navarras a las que nos llevaba nuestro padre Juan, y que generalmente acompañábamos con pequeños banquetes en restaurantes como el de la Venta Zunbelz, de Lezaun, o la venta Mugiro, entre Lekunberri e Irurzun. El chorizo asado al fuego de Zunbelz era todo un manjar que yo mismo, más adelante, presenté e hice degustar a mis propios hijos.
Además, por diversas circunstancias, se puede decir que yo me crié en el mundo de la hostelería y muy cerca de las cocinas de muchos restaurantes de Zumarraga y de Urretxu. El primero que recuerdo, por cercanía supongo, es el Etxeberri, a donde acudía de chaval a ayudar en todo lo que hacía falta: cuidar las vacas, recoger la hierba,  embotellar sidra, a echar una mano en la cocina a la señora Gregori...  Gregori, la etxekoandre, me tenía asignado un trabajo especial, que era sacrificar las gallinas, desplumarlas luego e introducirlas en la cazuela para preparar el consomé. Aquella estupenda cocinera me dejaba rondar por los pucheros y creo que fue allí donde me picó el gusanillo de la cocina.
Por otro lado, en aquella época, mediada la década de los 60, tuve la ocasión de conocer muchas otras cocinas, ya que acompañaba a mi padre en el reparto de vinos y licores por los dos pueblos. Mi padre trabajaba de noche en Orbegozo, era camionero; pero de día trabajaba como repartidor para Félix Mendía, que tenía el almacén en la antigua Plaza Navarra de Zumárraga.
Entonces se traía vino tinto a granel, y  la marca CUNE, por ejemplo, se embotellaba en el almacén para distribuirlo a bares y restaurantes en botellas. Los licores como el brandy y el anís, por su parte, se traía en barricas de madera el primero y metal el otro
Luego se distribuían en garrafones. Los primeros repartos se hacían con un pequeño carro y mi padre solía llevarme dentro. Luego Mendía compró una furgoneta y el reparto empezó a hacerse también fuera del pueblo, desde Eibar hasta Zumaia.
 



 
Pacorro. Algunos clientes en el  bar Pacorro de Zumarraga, donde se apuntaban los resultados deportivos en una pizarra.
©Archivo de Fermín Lopetegui.
 
 

 
El bar Sagaspe.
Sagaspe.
De izquierda a derecha: Marce Callejo, Txomin Lopetegui, Enar Ruiz, Lupe Lopetegui, Sinfo Loinaz y Juan Lopetegui (los padres de Fermín) y Miren e Inma Lopetegui después de servir una quintada en el año 1974 en la cocina del Sagaspe.
©Archivo de Fermín Lopetegui
Aparte de mi padre, parte de mi familia también trabajaba entonces en el mundo de la hostelería, y mis hermanas Miren y Lupe fueron camareras en los restaurantes Unanue e Iburreta y también trabajaron en Irurtzun, en la venta de nuestros tíos, y en Donostia y en Pamplona. Por eso mis padres decidieron un día arrendar el bar-restaurante Sagaspe de Zumarraga para que vinieran a trabajar a casa.
Era el año 1970 o 1971. El bar Sagaspe pertenecía a la familia Zaldua del caserío Sagaspe y estaba al lado del paso de las vías del tren cerca de la estación de Renfe. Mi madre Sinfo, que era muy buena cocinera, se puso al mando de la cocina y con mis hermanas en el comedor y mi hermano, mi padre y yo mismo en el mostrador, llevamos este negocio durante cuatro años.
Fueron unos años de mucho trabajo, porque al estar cerca de la portería de Orbegozo y de la estación de tren, en el Sagaspe había mucho movimiento. Tenía un comedor muy grande, con cabida para más de 60 personas, y había días en los que se daban hasta tres turnos de comidas. En aquellos tiempos lo habitual era que el menú fuera fijo, pero en nuestro restaurante, por influencia de mis hermanas que habían trabajado fuera, se empezó a dar un menú del día parecido a los que se dan ahora, con varios platos a elegir de primero y segundo. Siempre había sopa, para empezar, y luego para elegir potaje, paella o macarrones y de segundo casi siempre carne, aunque mi madre preparaba muy bien el bacalao al ajo arriero, los chipirones y sus callos tenían también muy buena fama.
Los que iban a comer eran mayormente chóferes que venían a cargar a Orbegozo, aunque durante un tiempo tuvimos como clientes también a los trabajadores de Renfe que estuvieron renovando la electrificación entre Alsásua y Zumarraga. Estos, en lugar de venir al Sagaspe, venían por la mañana con el Land Rover y se llevaban la comida para comer cerca del trabajo. Algunos de ellos, además, se alojaban en las habitaciones de la casa.
El Sagaspe estaba abierto de 5 de la mañana a 12 de la noche, y todos echábamos una mano porque casi siempre estaba lleno. Yo entonces había empezado a trabajar en Rile (39 años más tarde me jubilé en Riza que era la empresa que entonces estaba al lado), y ayudaba en el mostrador o en el comedor cuando iba a comer, igual que mi hermano, o por las tardes y las noches. También ayudábamos cuando se celebraban acontecimientos especiales, como bodas, con cerca de 100 comensales alguna vez, o quintadas.
Durante los 4 años que tuvo este negocio nuestra familia, las cenas de los quintos se hicieron allí.
Cuando nosotros dejamos el Sagaspe, en el año 1974, este bar-restaurante siguió con la misma marcha un tiempo más.
 
Sagaspe. En el Sagaspe después de la última quintada que se sirvió en 1975. De pie: Sinfo Loinaz, Patro Ruiz, Inma Lopetegui, Elorza, guitarra y José Saez cantante de Los Bries, Enar Ruiz y Lupe Lopetegui. Agachados: Txomin Lopetegui, Conchi Delgado, Nekane Iparraguirre y Miren Lopetegui.
©Archivo de Fermín Lopetegui.
 
 







Mus en el Sagaspe y en el Txiki.
Entrega de premios a los campeones de mus de 1972
del Sagaspe: Juan Lopetegui, el padre de Fermín, en
medio de los dos ganadores.
Abajo, entrega de premios en el bar Txiki.
©Archivo de Fermín Lopetegui.






 







 
 
Los demás restaurantes de Zumárraga.
Pero no era el nuestro el único bar-restaurante de Zumarraga que tenía movimiento. En aquella época, los años 70, entre los jóvenes, y no digamos mayores, había costumbre de salir a cenar fuera los sábados y los restaurantes solían estar bastante llenos. Además, el poteo era sagrado todas las tardes y también los sábados y domingos al mediodía, y muchas veces se acompañaba de alguna cazuelita o de algún pintxo, que había en casi todos los bares.
A continuación me atrevo a realizar un recorrido por aquellos establecimientos que yo recuerdo, con el riesgo de dejar alguno en el tintero. La mayoría ya cerró sus puertas.
Empiezo por Zumarraga, por Kalebarren, donde estaban el Unanue, el Politena y el Kortaberri. El Unanue, regentado por José Mari y Puri, era muy famoso entonces y allí se codeaba lo mejorcito de los alrededores. También iba yo con mi cuadrilla, y de aquellos tiempos, cuando tenía 19-20 años, tengo una anécdota. Fuimos un sábado la cuadrilla,  éramos seis, y preguntamos si había sitio para cenar. Al lado teníamos otra cuadrilla de cuatro “personalidades” del pueblo que solían beber siempre una botella de Monopole, y entre ellos, pero de manera que nosotros pudimos oírles, comentaron arrogantes que no tendríamos suficiente dinero para poder cenar allí. Ante ello, uno de los nuestros pagó nuestra ronda y también la de ellos, dejándoles con la boca abierta. Por supuesto que teníamos dinero, como la mayoría de jóvenes de la época, porque entonces casi todos habíamos empezado a trabajar con 15-16 años. Cenamos merluza y gambas a la plancha.
Al lado del Unanue estaba el Politena, con Ignacio Otaegi al frente, y famoso por el besugo y los revueltos que preparaba Rosa. Un poco más alejado quedaba el Kortaberri, conocido como La Sindical, porque allí se sellaban las cartillas del sindicato vertical. Aquí eran típicas las cazuelitas y el pintxo de ensaladilla rusa de los domingos, además  de ser muy conocidas las sardinas viejas, que se solían aplastar con el canto de la puerta.
El cantante Demis Roussos tuvo ocasión de probarlas aquella vez que actuó a en Bergara y alguien le trajo a Zumarraga, pero no le gustaron demasiado. Más adelante en el tiempo se puso también de moda el Gau Txori, con sus pintxos y cazuelitas, y sus aceitunas, callos, anchoas rebozadas y anchoillas. En aquella misma zona, en el mismo edificio donde estuvo la discoteca Tiffanys, estaba además Juanita, el restaurante de Juanita Aizpuru, con muy buena comida, y que se trasladó luego al bar Txiki, cerca de Escuelas Legazpi. Anteriormente en este bar regentado por Kruzito, también se comía menú del día.
Subiendo de Kalebarren hacia la plaza, donde hoy está la recepción del Ayuntamiento, estaba el bar Mordo, regentado por la familia Etxaniz. Allí nos preparaban buenas raciones de fritos y rabas a los del club de Atletismo, del que fui parte, después de las carreras. Cerca de la plaza estaba el Iburreta, que todavía continúa abierto.
Más arriba se encontraba el Gure Kabiya, donde está ahora el Kabia de Hurtado, entonces con José Fincias al frente. Aquí se celebró mi cena de casado el 23 de mayo de 1980. Cenamos sopa de pescado, langostinos y chuleta, que a petición nuestra, en lugar de en plato nos sacaron en fuente y troceada, al estilo de ahora en las sidrerías.
En la zona de Cuatro Vientos había otro bar, Euskalduna, con una larga barra que ofrecía pintxos y cazuelitas. Camino a la estación estaba el Pacorro, al lado del entonces paso subterráneo del Renfe, donde íbamos a consultar en una pizarra los resultados de todos los eventos deportivos y donde siempre había algo para comer. El Txindoki estaba cerca y allí hacíamos almuerzos, además de picar de la enorme barra de pintxos, entre ellos los famosos tigres y fritos. Este bar se trasladó luego al barrio de las Estaciones. En esta zona, la familia Garmendia regentaba el bar-restaurante Paraíso y eran muy alabados su sopa de pescado y los platos de carne. También hay que mencionar el Melitón.

Banquete en Iburreta.
Entre otros, presidiendo la mesa, con traje y corbata, el industrial Faustino Orbegozo, y a la derecha, apoyado en el marco de la puerta, Juan Mari Urdangarin, padre del ahora polémico Duque de Palma, Iñaki Urdangarin.
©Archivo de Ana Aranburu.
Otros bares restaurantes del pueblo que ya han desaparecido estaban en la antigua Elizkale, como el Goialde y el Eusebio de la familia Ormazabal. Ya en Eitza, además del Korta de toda la vida que todavía sigue funcionando hoy, estaba el Txomin en el edificio de Vitoriano Tellería que en los últimos años estuvo regentado por Anselmo Portillo y cuya especialidad era la parrilla, lo mismo de pescado que de carne.
Y si pasamos al barrio San Isidro, de allí recuerdo el jamón y el chorizo del bar Garrido, así como las sardinas que preparaba en el bar Iñaki Javier Zumarraga. Muy cerca y más adelante, en el edificio de al lado del paso sobre la carretera donde los semáforos, estaba el bar Pasaje, donde también se comía muy bien. Y un poco más alejado, pero en la misma zona, se encontraba y se encuentra el bar-restaurante Aranzazu, cuyas tortillas de patata se hicieron muy famosas.
No hay que olvidar en Zumarraga el barrio de La Antigua, donde el Elizalde se hizo popular para las afari-meriendas con platos de callos y huevos con chorizo entre otros. En la Casa de la Serora, Paula Zabalo, la madre de Toribio, también daba de comer, sobre todo pintxos de chorizo y de tortilla de patata.
Y los de Urretxu.
Como se puede ver, eran muchos los bares y restaurantes que convivían en Zumarraga en las décadas de los 70 y los 80, todos ellos regentados por familias enteras y con mujeres en la cocina, ya que entonces lo habitual era que la cocinera fuera mujer.
También ocurría lo mismo en los establecimientos de esta localidad, donde también había un buen número de locales, como el mítico Isabel. Aquí se celebraban muchas despedidas de la mili y en los tiempos de la familia Ormazabal-Otaegi, que abrieron el Golden en 1969, fueron famosas la sopa de ajo y la chuleta. Luego este bar-restaurante pasó a manos de la familia Salegi, que lo regentó hasta que fue destruido por aquel incendio de la tarde de la Euskal Jaia en 1992.
Otro de los restaurantes más emblemáticos de la villa de Urretxu fue el Ezkiotarra, ubicado en aquella época en los bajos del caserón Areizaga. Regentado por la familia Idiakez, este establecimiento era elegido por muchas parejas para celebrar su banquete de bodas, atraídos la mayoría de las veces por su espectacular terraza a dos alturas.
Muy cerca, en la plaza Gernikako Arbola y al lado del ya desaparecido frontón Ederrena, estaba el bar Aramendi, a donde íbamos a comer pintxos, bocadillos y cazuelitas. También íbamos a la sociedad Goiherri, que estaba en el edificio que más adelante albergaría el Gazteleku, y donde Arozena preparaba deliciosos pintxos y cazuelitas. Justo debajo se encontraba el Toki Alai, de Toñi Sánchez, que preparaba cenas por encargo.
Y de la plaza nos trasladamos a la calle Iparragirre al Jai Alai, donde en los antiguos reservados de la discoteca Jai Club acondicionaron un comedor los hermanos José, Marisol y Mari Clara para ofrecer lo mejor de su cocina. Calle abajo estaba el bar-restaurante Navarro, que abrió la familia Arbizu en la década de los 50 recién llegados de Navarra, y que luego regentó Gracia. Más abajo, al otro lado de la Iglesia  se encontraba la bodega Alacanadre, famosa por su jamón y chorizo.
Con jamón y chorizo, y mencionando el restaurante de Santa Bárbara que también hay que incluir, finalizamos esta ruta gastronómica por los bares y restaurantes de Urretxu y Zumarraga de los años 70 y 80.
Reunión de hosteleros.
Reunión anual de los hosteleros de Urretxu y Zumarraga.
©Archivo de Ana Aranburu.

Autor del blog Fermín A. Lopetegui Loinaz.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Homenaje a Fernando Aguilar.

Homenaje a Fernando Aguilar.
Y otros atletas de la UDA.

Ayer domingo, 15.12.2013, tuve el honor de participar como invitado al homenaje que se celebró en Aretxabaleta a varios de los atletas de la historia de la Unión Deportiva Aretxabaleta organizado por José Ramón Intxauspe, Ramón Eraña, Amaia Murgiondo y Fernando Unanue, pertenecientes a Aretxabaletako Argazki taldea con la colaboración de la UDA y el Ayuntamiento de la localidad. La invitación me vino por haber colaborado con unas fotos en el montaje de la exposición y quiero agradecer a la Organización el detalle que tuvieron conmigo.



En la imagen vemos a Ramón Eraña, José Ramón Intxauspe, Amaia Murgiondo y Fernando Unanue.

Los homenajeados fueron: Fernando Aguilar, conocido como el galgo de Aretxabaleta; los hermanos Adolfo y Belisario Manteca; Lourdes Izurrategi, Ramón Jausoro y el paralímpico Joseba Larrinaga.
Los actos comenzaron a las doce del mediodía en Arkupe Kultur Etxea con unas palabras de bienvenida y presentación de los homenajeados y sus representantes por parte de Joserra Intxauspe. También una representante de la Corporación dio la bienvenida y agradeció la asistencia al acto.
Seguidamente se dio paso a visualizar el magnífico trabajo de recopilación de documentos, datos, fotografías, trofeos, etc. que el equipo de Aretxabaleta Argazki taldea arriba indicado ha realizado por medio de la exposición y también se visualizó el vídeo montado para la ocasión, el cual está a la venta en varios establecimientos de la localidad.
Éste es el enlace para visionar el vídeo:
Aretxabaletako Argazki taldea invita a sumergirse en la historia del atletismo del municipio en un recorrido por los últimos cincuenta años del siglo XX, como señalan los organizadores. Y lo hace a través de la imagen. Alrededor de sesenta instantáneas dan contenido a la exposición, explican Eraña e Intxauspe.

"Pretendemos enseñar e historiar la afición a este deporte en nuestro pueblo. Desde la aparición en 1950 de los primeros atletas de la UDA hasta la entrada del nuevo siglo.
Atletas que pasaron por las organizaciones deportivas de la UDA, UDA-CDE, la unión de la UDA junto al C.D. Eskoriatza, Almen y finalmente Almen-UDA".
Atletas en competiciones, recogiendo premios..., y un buen puñado de curiosidades son el plato fuerte de una muestra que conserva en la historia, a través del testimonio gráfico, la afición local al atletismo.
Posteriormente nos reunimos en el Restaurante Taberna Berri para la comida oficial. El Coro de Aretxabaleta quiso sumarse al homenaje e interpreto varias piezas en euskera.
El Coro en su actuación cantando Goizeko Izarra.

La jornada terminó en el campo de fútbol de Ibarra que acogió el homenaje a los atletas antes del comienzo del partido de fútbol. Al mismo acudieron los hijos y  nietos de Aguilar, familiares de Izurrategi y Larrinaga, también fallecidos, así como el incansable Ramón Jausoro y la hija y la mujer de Adolfo Manteca, donde tanto la UDA como la Real Sociedad obsequió a todos los homenajeados con unos regalos.
En el acto, el consejero de la Real Sociedad Aitor Díaz de Mendibil entregó a la familia una placa conmemorativa y una camiseta de atletismo de la Real Sociedad. El Ayuntamiento estuvo representado por Zigor Quintanilla, concejal de Cultura y Juventud. Se echó en falta en dicho acto a alguna representación de la Federación Atlética Gipuzkoana FAG.


Homenaje a los atletas en el campo de fútbol de Ibarra.

Haciendo un poco de historia sobre los homenajeados podemos recordar una parte de su biografía atlética.
Fernando Aguilar.

Aguilar en una carrera en Irún.
Conocido como “el galgo de Aretxabaleta” nació en el municipio jiennense de Frailes en 1938. Fernando Aguilar murió el viernes día veintiuno de julio a los setenta y cinco años víctima de una grave enfermedad que le arrebató la vida en Torrevieja.
Fernando llegó al País Vasco con catorce años como temporero en la campaña de la patata alavesa. Cuando se acabó, decidió probar suerte en el municipio guipuzcoano de Aretxabaleta que llegó a acogerlo como uno de sus vecinos ilustres. Aquí vivían unos parientes y fue donde encontró un trabajo en la industria que le permitió instalarse de forma estable.
El “Galgo de Aretxabaleta” fue uno de los mejores fondistas de nuestra historia. Seis veces campeón de España, una vez en 1.500, una vez en 5.000, dos en 10.000 ostentando los récords de España de estas dos últimas distancias y se convirtió en el primer español en romper la barrera de los 29 minutos en 10.000 m. Además fue otras dos veces consecutivas Campeón de campo a través, además de Olímpico en los Juegos de Tokio 64. Gran rival de Mariano Haro en los años 60, también fue capaz de derrotar al gran Emil Zatopek de lo cual estaba muy orgulloso Fernando Aguilar. Era la batallita que siempre explicaba de su dilatada y exitosa carrera deportiva, y era al que siempre definió como el mejor atleta de todos los tiempos.
No fue una victoria brillante ni mediática. No aparece en las hemerotecas ni la Federación Española da cuenta de ella, pero supuso un reto personal que superó títulos y marcas. El fondista checo quiso poner fin a su carrera en el Cross Internacional de Lasarte, la primera gran prueba internacional de fondo que ganó, y a la que Zátopek siguió vinculado.
Fue donde coincidió con un Aguilar que vivía su mejor época en competencia con los también legendarios Mariano Haro o Francisco Aritmendi, predecesores de la época dorada del fondo español que abriría Martín Fiz.
Aguilar en 1960 corriendo en Pasajes.
Para llegar hasta ahí, el galgo de Aretxabaleta, como pronto se le apodó en toda Guipúzcoa, tuvo que correr mucho. Primero por necesidad, más adelante como profesión, en la medida en que la afición que despertó el cross y las carreras de fondo en Euskadi en las que destacó. Esto le permitió fichar por la sección atlética de la Real Sociedad después iniciar su andadura en el equipo militar de Jaizkibel. La Real aún le tiene como a uno de sus ídolos.
Lo del atletismo llegó casi por casualidad. Dotado para las pruebas populares que se disputaban en la zona, pronto empezó a destacar y en 1959 se proclamó en Lasarte campeón de España de cross en categoría junior y por clubs junto con los hermanos Adolfo y Belisario Manteca.
Para un pueblo tan pequeño entonces como Aretxabaleta esto fue un hito. Después sería el ídolo local del Cross de las Naciones que en 1963 acogió, precisamente, el Hipódromo de Lasarte, donde el galgo no tuvo su día.
Fue 42 veces internacional con la selección española, incluyendo su participación en 11 ediciones del Cross de las Naciones. Su mejor resultado fue el 13º de Dublín 64, cuando Aritmendi logró el oro. En 1974, con 36 años, se despidió en el Mundial de Cross de Monza.

Aguilar en el Memorial Muguerza.
En su palmarés internacional también suma un bronce en los 5.000 m de los Juegos Mediterráneos de Nápoles 63. Ese año había superado las plusmarcas de Manuel Augusto Alonso en 5.000 m y de Antonio Amorós en 10.000 m y un año después, el de los Juegos de Tokio, rompió la barrera de 29 minutos en 10.000 m. Sin embargo, su preparación fue demasiado explosiva y llegó pasado de vueltas a la cita olímpica, que se celebró en octubre. No se clasificó para la final de 5.000 m, pese a llegar con marcas para ello, y se retiró de la de 10.000 m, donde también tenía bazas de medalla.
No fue la principal decepción de su carrera, también lo fue no poder ganar el Cross de Lasarte, el suyo,  en categoría absoluta. Sí venció en Elgoibar, el otro clásico guipuzcoano, y en la Jean Bouin del 62, cuando Barcelona aún se recuperaba de una gran nevada.
El primer año en que yo competí en categoría senior, en 1973, coincidí con él en algunas carreras de cross.
 
Adolfo y Belisario Manteca.
Ambos hermanos. Fueron junto a Fernando Aguilar Campeones de España Junior en carrera disputada en Lasarte el año 1959.

 





Ramón Jausoro.
Otro de los homenajeados fue Ramón Jausoro. Nacido en esta localidad ha sido uno de los grandes fondistas a nivel local, provincial y euskaldún. Sus comienzos fueron en categorías inferiores donde siempre destacó.
Al llegar a la categoría senior fue donde consiguió los mayores logros. Trabajando en una fundición, donde a los cinco minutos ya estaba negro por el ambiente que se respiraba, antes o después de su jornada laboral y con gran sacrificio realizaba sus entrenamientos.
En más de una ocasión coincidí con él en alguna prueba de cross cuando yo participaba con mi club, siendo alguno de mis compañeros de entonces adversarios directos de él, como recordamos en la conversación que mantuvimos.
Entre otros, dos de los logros más destacados de Ramón son la victoria en el maratón de Bilbao el año 1989 y el segundo puesto en el 11º Maratón de Calviá (Mallorca) en 1994 con un tiempo de 2h 20´ 20”  a tan solo 6” del ganador Daniel Moraño.
Interesante fue  la mejora que tuvo Ramón Jausoro en Maratón desde que se proclamó campeón de Euskal Herria con un tiempo de 2:22:00 en el año 1989 hasta los 2:18:58 del año 1992 el cual rebajó en 30 seg. al año siguiente, en el campeonato del mundo celebrado en Donostia.
 
Joseba Larrinaga 'Mardo'.
Fue un atleta y deportista minusválido con un innegable afán de superación. Fue también cofundador de Saiatu, organismo relacionado con la asistencia social al mundo de los discapacitados.
A los cuarenta y cuatro años de edad murió un martes siete de mayo de este año al ser atropellado por un coche en la carretera comarcal alavesa A-2620, en el término municipal de Aramaio, cuando se entrenaba con su bicicleta.
Fue dos veces paralímpico, en 1996 y en 2000. Logró la medalla de plata en Atlanta en la especialidad de maratón y el quinto puesto en 5000 metros. En Sydney logró el quinto puesto en maratón. En 1998 alcanzó el subcampeonato mundial en la misma distancia atlética.
El vizcaíno Javier Conde, plurimedallista paralímpico en 5.000 y 10.000 metros y maratón, fue su compañero de viaje en numerosas salidas internacionales.  "En el mundial de Berlín, Joseba terminó los 10.000 metros tan extenuado por la altísima temperatura y el esfuerzo, tan perdido, que al cruzar la meta se puso a gritar que no quería fotos... Yo miré alrededor y no había ningún fotógrafo. Le dije 'Joseba , estás zumbao'."Ah, ¿sí?, fue su contestación", ha relató Conde en su momento.

Lourdes Izurrategi.
Lourdes Izurrategi fue una atleta que destacó en los años 70 consiguiendo varios triunfos y destacados puestos en categoría juvenil. Aquí están algunos de los más destacados:
1ª en: Memorial Adarraga de Hernani, Cross de Escoriaza, Cross de Bilbao, Cross de Pamplona, Cross de Mondragón, Campeonato de Guipúzcoa en Anoeta y Campeonato Vasco Navarro. Además de un 3ª puesto en el Cross del Attco. San Sebastián.
 
A continuación, en este recorrido fotográfico, podemos ver algunas imágenes de los actos celebrados. Pulsando sobre las imágenes aumenta su tamaño.

A la izquierda, Ramón Jausoro.
Familiares de Joseba Larrinaga ´Mardo´.
Familiares de Lourdes Izurrategi.
Familiares de los Hnos. Manteca.
Hijos de Fernando Aguilar.
 Las imágenes de esta galería pertenecen al archivo de Fernando Unanue de Aretxabaleta Argazki taldea.
 
Autor del blog: Fermín A. Lopetegui Loinaz