martes, 24 de octubre de 2017

ETXEBERRI 2017

ETXEBERRI 2017
El sábado día 21 de Octubre de 2017, nos reunimos en el Hotel Restaurante Etxeberri de Zumarraga, sesenta y cuatro de los primeros vecinos que vivieron en los primeros años del barrio atendiendo a la convocatoria que cada dos años se hace. Por distintos motivos fueron muchas las ausencias, pero a todos ellos los recordamos. Los años no pasan en balde para todos.
El primer contacto entre los presentes fue en el refrigerio que se sirvió en la terraza de Etxeberri que como siempre fue bien atendido y donde se comenzaron a rememorar las distintas vivencias de aquellos recordados días y también para ponerse al día de la situación de cada familia pues en el devenir de la vida siempre hay novedades desde la última convocatoria.
Para ver el vídeo entrar en este enlace:
https://youtu.be/jzQZ4ACyplI
NOTA: Si pulsais con el botón izquierdo sobre la foto podreis verla a tamaño natural.
Pero tristezas aparte, después se subió al comedor de todos las años. Como detalle, cada comensal tenía en su sitio un pergamino en una de cuyas caras estaba la letra de lo que se quiere tener como himno al barrio. Con la música de Bengolea (una canción popular vizcaina) y con la siguiente letra:
HIMNO DE ETXEBERRI
(Con la música de BENGOLEA)
Estamos ahora aquí para cantar
a un Barrio muy querido y con solera (Bis)
Es ETXEBERRI,
es ETXEBERRI.
Es el Barrio nuestro,
de nuestras vivencias.

Nuestros mayores nos trajeron a él,
y con gran esfuerzo nos criaron en él.
Nuestros mayores nos trajeron a él
y con gran esfuerzo nos criaron en él.

Es ETXEBERRI,
es ETXEBERRI.
Es el Barrio nuestro,
de nuestras vivencias.

Hemos crecido y convivido en él.
Nuestros recuerdos nos trasladan a él.
Hemos crecido y convivido en él.
y nuestros recuerdos nos trasladan a él.

Es ETXEBERRI,
es ETXEBERRI.
Es el Barrio nuestro,
de nuestras vivencias. (Bis)

ETXEBERRI.
Letra: Fermín Lopetegui

Procuraremos que para la próxima reunión hagamos algún ensayo para cantarla durante la reunión, que será el 19 de octubre de 2019.
En la otra cara del pergamino se puede leer un escrito que Merche Muñoz presentó como trabajo de la asignatura de Literatura en la Universidad, y que dice así:
NUESTRO BARRIO, NUESTRO HOGAR,
NUESTRA MADRE.

Hoy, después de 50 años de tu nacimiento, volvemos a verte, a celebrar tu cumpleaños, a recordar cómo eras. Tú eras la patria común de una chiquillería que hoy pintamos canas, a los que tú viste nacer y crecer subidos a tu lomo.
Tú hibernabas como los osos, era época de escuela, de calor de cocina económica, y de tareas memorizadas encima de la mesa de la cocina.
La primavera, normalmente muy lluviosa, tampoco era propicia para callejear, pero con los primeros calores del verano tu vida y la nuestra se volvía bulliciosa, se oían por todos tus rincones nuestros gritos, juegos y peleas, vida al fin y al cabo.
Conocíamos cada piedra tuya, cada recodo de tus caminos, desde el regacho de heladas aguas aun en el estío, hasta el río grande prohibido y no por ello menos visitado; desde los prados donde nos tumbábamos al sol, hasta las umbrías donde jugábamos al escondite.

Recorríamos tus caseríos como buenos recaderos al atardecer a comprar la leche y algunas hortalizas recién cogidas del huerto.

Los más intrépidos entraban en los gallineros, provocando gran escándalo entre las gallinas, alguna desaparecía y otras quedaban en tal mal estado que tenían que ser sacrificadas antes de hora.

Cuando el verano estaba llegando a su fin era el tiempo de coger moras y acederas ( ¡ah! si hubiesen conocido nuestras madres sus propiedades medicinales ), para nosotros solo eran hierbas ácidas que comíamos con fruición, las manzanas aún verdes que robábamos para desesperación de los caseros y cuyos remordimientos y dolores de barriga venían a perturbar nuestros sueños infantiles.

Recuerdo ese olorcillo de las cenas veraniegas que para exprimir el día al máximo eran de bocadillo, sentados en las escaleras exteriores, a la luz de aquella bombilla amarillenta, que contribuía a que las historias que los niños mayores contaban tomasen matices tenebrosos para los más pequeños.

Los hogares que en ti se asentaban también eran patria común; no existían puertas cerradas. Sólo al llegar la noche, cada uno acudía a su nido como los pajarillos a descansar para, en la siguiente jornada, continuar los juegos despreocupados.

Las madres también eran patria común. Recuerdo a mi madre que con sólo dos hijas a veces preparaba cinco o seis meriendas (casi siempre de pan con chocolate). También a la señora Mercedes, la vecina de arriba, que con ocasión del nacimiento de mi hermana, (por supuesto en casa) me adoptó por unos días con su ya extensa familia. Recuerdo sus ricas comidas, su mesa ocupada por un gran puchero, y mucho apetito en todos ellos, algo de lo que yo carecía y que me contagiaron un poco. También tengo en mi mente aquel sarampión que pasamos su hija menor y yo juntas en su cama como algo divertidísimo. Ahora la veo a sus 90 años con el “Alzheimer” que borra los recuerdos, pero ella me sigue llamando por mi nombre infantil, me produce una sensación de cariño infinita que espero no olvidar jamás.

Uno de aquellos niños, hoy convertido en amante de las nuevas tecnologías, ha creado un blog, y por medio de él nos comunica a los que vivimos en la diáspora las novedades que en ti se van sucediendo, además de su gran idea de de ir recogiendo todos nuestros recuerdos en un libro. Esos recuerdos y fotografías que son retazos de nuestra vida, y que nos han ido conformando tal y como somos.

Es por todo eso por lo que hoy volvemos a ti todos tus hijos. Es una fecha importante: “bodas de oro”  que vamos a celebrar poniendo nuestros recuerdos en común, alrededor de una mesa, que es como  aquí  lo celebramos  todo. Además  nos  acompaña  la  suerte, en tu interior nació hace ya muchos años un Hotel importante, por lo que el cumpleaños feliz que todos cantaremos resonará en tus entrañas maternales que a todos nos cuidó y hoy nos vuelve a acoger.



Merche Muñoz Cólera

­Escrito presentado en la Universidad para clase de Literatura en 2013.

Uno de los que faltó a la cita fue el Señor Rafael Rico, quien tenía previsto asistir a la comida pero una indisposición entre semana le impidió acudir y todavía mantiene la ilusión de poder recordar a aquellos con los que compartió parte de su vida.
Y es que con cien años cumplidos es nuestro primer centenario del barrio por lo que se le rindió un pequeño homenaje que consistió en entregarle el cuadro que suele pintar para la ocasión Mary Franco, recogido por su hijo Ángel.
 Para ver el vídeo entrar en este enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=znkmPDEUvyE
Tras la suculenta comida llegó el baile, recordando las viejas canciones de nuestros años mozos y con el que se disfrutó hasta el final.
Llegó luego la clásica sesión de fotos de cada portal, que por un problema técnico con la cámara no han salido con buena calidad pero es lo que hay. Las nuevas tecnologías también fallan. Se notaba la ausencia de algunos comensales. Unos porque ya se habían ido y otros porque no estuvieron atentos.

RECORDAR LA FECHA DE LA PRÓXIMA REUNIÓN: 19 de OCTUBRE de 2019.
IR APUNTANDO EN LA AGENDA PARA RESERVAR ESE DÍA.
NOTA: Si alguno está interesado, todavía quedan algunos ejemplares de:
ECHEVERRI. Historia de mi Barrio. Nace un sentimiento.
y
ECHEVERRI. Historia de mi Barrio. Imágenes 1. 

Esto es todo por este año.Un saludo para todos.
Fermín A. Lopetegui