martes, 10 de septiembre de 2013

Guía en el Camino Ignaciano1.

Guía en el Camino Ignaciano1.
Una gran experiencia.
He compartido como guía varios días, entre el 3 y 10 de Septiembre las primeras etapas del Camino Ignaciano con veinte peregrinos australianos y ha sido una satisfactoria y gran experiencia para mí.
Esto ha sido motivado porque Luis Renes, Fundador y Director de Ventas de la Agencia de Viajes NATURA TRAVEL de Alicante que les ha gestionado el viaje, se puso en contacto conmigo para que le comentase ciertos aspectos del Camino Ignaciano debido a mi experiencia al haberlo andado en las dos direcciones.
Después de una conversación telefónica quedamos en vernos el día 31 de agosto ya que él se trasladaba a Loyola para hacer los preparativos de la llegada de los peregrinos australianos que llegarían a Loyola el día 2 de septiembre y también quería andar las tres primeras etapas para reconocer el Camino.
El día 31 de agosto, sábado, Luis comenzó la etapa de Loyola a Zumarraga y yo a la inversa, juntándonos y conociéndonos hacia el kilómetro ocho de la etapa. Llegamos a Zumarraga y le mostré parte de la localidad donde resido.
Al día siguiente, domingo, Luis anduvo la durísima etapa Zumárraga - Arantzazu. Solo, pues yo tenía asuntos familiares y no lo pude acompañar.
El día siguiente, lunes, anduvo la etapa Arantzazu – Araia. Parte de la misma la hizo acompañado. Desde Urbia a Araia lo anduvo con sus tíos que residen en Zalduendo.
De regreso a Loyola, el lunes después de cenar, se hizo una reunión técnica con los peregrinos, a la que asistió también Jaime Badiola SJ, uno de los promotores del Camino Ignaciano, el cual lo ha recorrido en bici. Este grupo de peregrinos están guiados por Michael Smith SJ. Este jesuita es Decano de la MCD University of Divinity de Melobourne. En la reunión se explicó cómo es el Camino, normas de seguridad, cuidados, etc., quedando para comenzar al día siguiente el Camino a las 9:00 en la puerta del Hotel Arrupe.


1ª Etapa. Loyola - Zumárraga (17,5 Km). Martes 3.
El martes día tres, nos reunimos en el lugar y hora convenidos veintiseis personas pues al grupo de los veinte australianos se habían sumado: Sacha Bermúdez SJ, un jesuita australiano de origen nicaragüense, Luis Renes, que iba a andar otra vez las tres primeras etapas, Fabián, un peregrino alemán hijo de una española, Bene, una peregrina de Talayuela, Cáceres, que iba a estar andando hasta el domingo, otro alemán del que desconozco su nombre y yo. Éstos últimos se agregaron al saber que nosotros también comenzábamos el Camino y pidieron permiso para poder hacerlo acompañados.
Comenzamos la jornada junto a la puerta de su casa natal y la escultura de San Ignacio herido. Por dos motivos: primero, porque desde esa puerta comenzó Iñigo López de Loyola su peregrinación a Tierra Santa, y en segundo lugar porque al finalizar el Camino en La Cova, se encuentra una réplica de la misma escultura.
Tranquilamente, el recorrido del bidegorri nos llevó hasta Azkoitia. Pasamos junto a la antigua estación del Urola, hoy reconvertida en biblioteca y donde amablemente nos dejaron utilizar sur servicios para poder desahogar nuestras necesidades. Luego nos dirigimos hacia la Parroquia de Sta. María la Real y el Palacio Etxe Beltza. De aquí, por la izquierda a la Plaza Herriko donde pudimos contemplar el Ayuntamiento, el frontón y otros edificios como el Mercado, etc.
Continuamos por Kale Nagusia hacia el barrio de Jausoro y pasamos junto a una Ermita. En el momento que estábamos mirando su interior por las aberturas de la puerta pasó una señora que amablemente nos abrió las puertas para contemplar el interior de la misma.
Ya otra vez en el bidegorri continuamos nuestra marcha para dirigirnos hacia el barrio de Aizpurutxo. Atravesamos varios túneles construidos para facilitar la circulación del desaparecido tren del Urola y que ahora están acondicionados con el suelo de asfalto y focos, que se encienden al detectar la entrada de alguna persona en ellos.
A mitad de camino pudimos contemplar uno de los antiguos molinos que se abastecían de agua para mover sus ruedas por medio de una presa y un canal construidos en el río Urola, lugar donde aprovechamos para hacer una pequeña parada para reponer fuerzas.
En este punto, Bene y los dos alemanes deciden seguir adelante pues ellos tienen que buscar alojamiento y quedamos en juntarnos por la tarde. Después de pasar este pequeño barrio dependiente de Azkoitia continuamos hacia Zumarraga. En uno de los túneles pudimos ver el grafiti pintado, recordando al desaparecido tren txikito.
Llegamos al barrio de Agineta, en Zumarraga, cuando más apretaba el sol y se acababa la sombra.
A la entrada de Zumarraga, un kilómetro antes de llegar al pueblo, se encuentra el Hotel Etxeberri donde tenían el alojamiento. Al llegar a este punto unos deciden ir al hotel y otros seguir el Camino hasta Zumarraga para comer de pintxos.
Llegamos al pueblo y entramos en el bar Saski donde hay una buena selección de pintxos y tapas. Allí nos repusimos de la caminata y cada uno se fue a su alojamiento.
A las cinco de la tarde nos juntamos nuevamente en el aparcamiento del hotel y en varios taxis y coches particulares nos desplazamos hasta la Ermita de Nuestra Señora de Zumarraga, La Antigua, denominada la Catedral de las Ermitas para realizar una visita. Nos atendió amablemente Jesús Pérez quien explicó la historia y los pormenores de la construcción del edificio.
Al salir de la Ermita se encontraban dos aizkolaris, cortadores de troncos con hacha, haciendo su entrenamiento corriendo alrededor de la misma y les expliqué a los visitantes cómo se han celebrado competiciones entre vascos y australianos.
Luego decidieron bajar andando desde Antigua hasta Zumarraga, por lo que bajamos por los atajos que hay en el camino y al llegar al caserío Gurrutxazpi, que es de Zaldua uno de los aizkolaris, en la campa tenían preparados los troncos que iban a cortar en el entrenamiento así que aprovechamos a hacer una parada para conocer los pormenores y detalles del deporte en cuestión. Y se llevaron la sorpresa de que unas cuantas hachas que iban a utilizar en la misma eran de fabricación australiana.
Continuamos luego hasta llegar al centro del pueblo donde hicieron algunas compras y se retiraron a descansar a su hotel, quedando para el día siguiente en que ellos comenzarían a andar a las nueve de la mañana para la siguiente etapa.
Yo por mi parte, me reuní con Bene y Fabián para tomar unos pintxos y unas cañas. Después, todos a descansar para retomar al día siguiente el Camino con la etapa más dura: Zumarraga – Arantzazu.


2ª Etapa. Zumarraga - Arantzazu (19,2Km). Miércoles 4.
Como habíamos quedado el día anterior, nos juntamos junto al Ayuntamiento de Zumarraga para sellar la Credencial con el sello exclusivo que tienen en la Policía Municipal del Camino Ignaciano. Después de entregar a cada uno un pin del escudo de Zumarraga, obsequio de la alcaldía, nos pusimos en marcha para afrontar la dura jornada que nos esperaba. El día estaba soleado y se preveía que haría calor.
Frente a la estación de ferrocarril nos esperaban Bene y Fabián por lo que el grupo volvió a ser de veintiséis.
Paseando por el bidegorri por el cual íbamos a Legazpia transitaba mucha gente y nos saludábamos mutuamente. Les llamaba la atención el grupo tan numeroso que éramos y al saber que estábamos andando el Camino Ignaciano, la procedencia de la mayoría y la edad de algunos. Entre ellos estaba mi hermana Miren a quien le hicieron un obsequio.
Llegamos a Legazpia y aprovechamos para hacer la primera parada y aprovisionarnos de alimentos y bebida pues ya hasta llegar a Arantzazu no teníamos oportunidad de hacerlo. En el Ayuntamiento nos indicaron donde estaban los servicios públicos, pues en un grupo tan grande también hay que tener en cuenta estas necesidades.
Llegamos a Mirandaola pero no paramos como era mi intención a ver la ferrería pues se nos iba a alargar la jornada demasiado. Sin ningún problema pasamos por Telleriarte y Brincola, llegando al embalse de Barrendiola.
Aquí se dieron las instrucciones necesarias y las direcciones a seguir por el GR 120. Poco más adelante, en la primera cuesta llegaron los primeros abandonos.
Dos de los componentes australianos comenzaron a tener dificultades y acompañados por Sacha, regresaron para tomar un taxi que les condujese hasta Arantzazu. Fue una buena decisión.
El resto del grupo continuamos subiendo las fuertes pendientes que nos llevaron hasta Jandoain donde hicimos un descanso para aprovechar a comer.
Una vez repuestos retomamos la marcha para subir por Katabera y la pedrera que llevan a Biozkorna. Casi al final me vino el hombre del mazo, me entró la pájara, y pasé un momento delicado. El resto del grupo se preocupó. Luis me ayudó y pude recuperarme enseguida para continuar la marcha con el grupo.
Si dura es la subida, también es dura la bajada, sobre todo a partir de las bordas de Duru. Aquí el grupo ya se estiró mucho pues cada uno ya iba a su ritmo hasta llegar a Arantzazu.
Impresionados con la belleza del lugar cada uno se fue a asear y descansar un rato a sus aposentos. Luego se hizo una visita al Santuario, aprovechando algunos para asistir a la Misa que fue en euskera, y también contemplar las grandiosas vistas que rodean dicho Santuario.
Me reuní con Bene, que estaba alojada como yo en el Hotel Síndica, Fabián que iba a hacer vivac un poquito más arriba, y el otro alemán, para tomar unas cañas y cenar un plato combinado en la terraza del bar.
Hoy ha sido un día duro para todos. Se ha notado el cansancio por la dureza de las cuestas, que aunque en zonas se sube en zigzag se las trae. Yo he sufrido mucho pues tengo una bronquitis mal curada que me ha hecho más dura la subida. También Luis tuvo un momento complicado, pero fue por la tarde cuando ya habíamos terminado la etapa. Pero son cosas que pasan y la etapa se ha superado.

3ª Etapa. Arantzazu - Araia (17,7Km). Jueves 5.
Comenzamos la etapa a las puertas de Arantzazu en un día fresco y soleado. Abandonamos este lugar tan emblemático en el Camino de Ignacio en su transcurrir a Jerusalén y en su cambio de vida. Tranquilamente comenzamos a subir el camino que nos llevó a la fuente donde según alguna leyenda apareció la Virgen.
Esteban de Garibay, en su Compendio historial de las Chrónicas y Universal Historia de todos los Reynos d'España (1571) que la Virgen se le apareció a una doncella llamada María de Datuxtegui.
En el mismo libro, sin embargo, da otra versión, que es la más conocida. Garibay dice que recogió esta historia de boca de un testigo que habría conocido a un pastor llamado Rodrigo de Balzategui. Este hombre había dicho que había descubierto la pequeña imagen de la Virgen con el niño en brazos, escondida entre una mata de espinos, junto a un cencerro. Al verla habría exclamado: ¡¿Arantzan zu?!, que quiere decir: "¡¿en los espinos, tú?!".
Una vez visitado el lugar continuamos la marcha que por el camino en zigzag y en pendiente hasta Elorrola. A partir de aquí contemplamos la magnífica vista de las campas de Urbia.
Llegamos hasta la Ermita de Andra Mari de Urbia y continuamos hasta la Fonda donde nos tomamos un merecido descanso, un buen bocadillo y un refresco.
Tras el descanso continuamos la marcha. Al pasar las últimas bordas a la altura del monolito de Zorrotzarri tomamos el sendero que se introduce en el hayedo a la altura del refugio de Perusaroi. En días de sol sobre todo, se agradece. Además se evita el sube y baja de la pista. Más adelante atravesamos dicha pista y seguimos el camino en dirección a la calzada del Túnel de San Adrián.
Nuevamente volvemos a salir a dicha pista en un claro donde a la derecha podemos ver la Llanada alavesa y por dónde va a discurrir la siguiente etapa. Aquí volvemos a tomar el sendero de la izquierda y tras andar un tramo entre hayas comenzamos a bajar unos metros hasta que llegamos a un descansillo.
Este es uno de los lugares donde algunos peregrinos se han desviado del Camino por seguir las marcas del GR283.
Hay que dejar las marcas del GR a la izquierda y hacer un pequeño giro a la derecha siguiendo las flechas naranjas. Un poco más adelante conectamos con el Camino de Santiago que viene por el túnel de San Adrián.
Aquí nuevamente hay que tener cuidado y no seguir las señales del GR. Eso les pasó a los compañeros del grupo que iban los primeros y como yo iba un poco separado de ellos tuve que correr camino arriba cuando me avisaron los demás.
Salimos a la pista que nos condujo a la zona de Zumarraundi y a la carretera, que estaba muy estropeada debido al último invierno pasado y por la cantidad de agua que ha llovido durante todo el año. Llegamos otra vez a un punto conflictivo porque en la guía dice que a dos kilómetros hay un cruce que evita el asfalto. Todos cuando lo ven, tienden a ir por él.
Ya avisé de que no convenía cogerlo. Cuando llegó uno de los grupos querían hacer lo mismo. Luis les preguntó haber cuantos se habían leído las indicaciones del día y a partir de ese momento se fueron mentalizando de que hay que seguir los consejos.
Luego sin más incidencias continuamos el camino. Llegamos al cruce donde se separan los dos Caminos. Nosotros tomamos el de la izquierda para ir a Araia. El final se hizo largo y pesado porque además eran las peores horas de calor.
Una vez llegados a Araia tomamos el bus que nos estaba esperando. Unos para regresar a Zumarraga y otros a Aranztzazu, donde tenían el alojamiento hasta el día siguiente. A partir de esta etapa hubo varias despedidas. Luis regresaba para Alicante, Sacha a Donosti y los dos alemanes y Bene a partir de aquí seguirían el Camino a su marcha.

4ª Etapa. Araia - Alda (21,2Km). Viernes 6.
El día ha amanecido nublado, y lo peor de todo, con niebla en los montes. Me traslado desde Zumarraga con el coche hasta Araia. Llegado a esta localidad estoy a la espera de que llegue el grupo pues se tienen que trasladar en bus desde Arantzazu, donde han pernoctado.
Mientras estoy a la espera me llama Bene, que junto con los dos alemanes han dormido en una casa rural cercana. Me comenta si hemos comenzado a andar y le digo que no. Me junto con ellos y les doy las indicaciones para continuar el Camino y ellos se ponen en marcha.
Hasta las once de la mañana no llega el bus que trae a los peregrinos. Sellamos las credenciales y nos ponemos en marcha. Cruzamos los andenes y las vías de la
estación de Araia y nos dirigimos a San Román de San Millán por el decorado camino que sale de la estación. Cuando llegamos a la fuente, tomamos a la izquierda para buscar el camino que nos llevará a Puerto Entzia. Se ha aclarado el día y la niebla ha desaparecido.
Más adelante tomamos el cruce a la izquierda abandonando el GR Ruta del Pastoreo. Una flecha roja en una roca junto a un roble nos indica el camino a seguir. Llegamos a un claro con una fina hierba y dos grandes hayas dan sombra. Aquí hacemos nuestra parada para almorzar.
Desde este lugar se divisa a la derecha el borde rocoso de la sierra por donde tenemos que caminar. Una vez que reanudamos la marcha continuamos hasta llegar otra vez a un poste del GR Ruta del Pastoreo.
Desde aquí nos dirigimos a la izquierda, cruzando una alambrada de espino. Decido tomar este camino para evitar que Dani, tiene problemas de visión, camine por una zona más complicada que por la que vamos a seguir.
Por el sendero que hemos tomado llegamos a un pequeño e idílico embalse donde descansamos un rato. Más adelante por campas llenas de flores de azafrán salimos a la pista asfaltada que indica la guía del Camino. Tenemos que andar medio kilómetro para llegar al punto de referencia de los corrales de Opakua para seguir el Camino, pero ha merecido la pena por seguridad.
Tomamos de nuevo la referencia de la guía y continuamos el trayecto hasta la segunda fuente el la carretera. La primera está seca. nos refrescamos y proveemos de agua y continuamos por la carretera.
Tomamos el cruce hacia Iturrieta y cuando llegamos al alto, justo en la señal de altitud, tomamos la pista que nos conduce al Puerto Nuevo. Nos agrupamos todos y comenzamos el descenso hacia el embalse, que lo dejamos a la derecha.
Pasamos junto a la Ermita de Santa María donde nos volvemos a reagrupar. Entramos en la localidad de Ullibarri y por la carretera nos dirigimos directamente a Alda pues vamos con el tiempo justo para la misa que tienen programada en la parroquia.
Llegamos a Alda y la casa Rural Bitegi, donde tienen el alojamiento, está a la entrada. Nos recibe el matrimonio que la regenta y nos hacen un agradable recibimiento. Son las 18:10. En ese momento los peregrinos australianos me rodean, levantan sus bastones y me cantan la canción del peregrino a modo de despedida. Yo me emociono y lloro. También me hacen un obsequio y me emociono.
Ellos se despiden de mi con besos y abrazos y muy agradecidos. A partir de mañana caminarán solos pues yo regreso a mi casa. Se van corriendo a la parroquia pus tienen concertada la misa a las 18:30 y a Michael no le da tiempo ni de cambiarse y se tiene que poner vestiduras sobre su ropa de peregrino.
Yo me quedé hablando con el dueño de la Casa Rural y con un vecino de la cercana localidad navarra de Zuñiga, que entre semana reside en Beasain y el otro día nos vio en Zumarraga. Está interesado por el Camino Ignaciano y le entregué una guía del mismo. Me despedí de ellos y regresé a Araia, en el taxi de San Vicente, para tomar el coche y volver a casa.

7ª Etapa. Laguardia - Navarrete (16,5Km). Lunes 9.
Después de dos días en Zumarraga por motivos personales, me desplacé en coche hasta Laguardia, en Alava, para acompañar a mis amigos ausies en su peregrinaje por el Camino Ignaciano. Su intención es andar dos etapas en el día de hoy, hasta Logroño y mañana descansar en la capital riojana.
Justo cuando llegué a la puerta de su hotel salían del aparcamiento del mismo. Fue una grata sorpresa para ellos y me saludaron efusivamente. Había una espesa niebla y la mañana era fría. Desde que salieron de Alda tomaron la decisión de no hablar durante las dos primeras horas y aprovecharlas para reflexionar cada día sobre distintas ideas. Así me lo hizo saber Patricio y le comenté que ya estaba al tanto por haberlo leído en su blog.
Como ya estaban organizados ellos yo me puse en segunda fila para que nos guiasen. Lo único que dije fue ¡VAMOS!, que se ha convertido en nuestro aviso para comenzar a andar después de cada parada. Comenzamos a andar por la carretera para llegar al cruce del hotel bodega Cosme Palacio. Siguiendo las indicaciones nos adentramos entre fincas y viñedos hacia el destino de hoy por la mañana, Navarrete.
Pasamos la cantera abandonada y el chozo restaurado y continuamos por el camino asfaltado sin incidencias. Se fue levantando la niebla que dio paso a un día soleado pero fresco. Ideal para andar. Llegamos al cruce junto al centro de transformación y los guías Larry y Peter con su GPS nos llevaban hacia la colina que está enfrente pues así les indicaba su referencia.
Les comenté que era mejor tomar el cruce a la izquierda y seguimos mis indicaciones. Al llegar al Viacrucis de la carretera se rompían las dos horas de silencio. Me comentaron qué significaban aquellas cruces y se lo expliqué.
Hicimos la entrada en La Puebla de Labarca y pasamos junto a la iglesia para dirigirnos a la plaza del Ayuntamiento para descansar un rato y acudir a los servicios. Ya repuestos, continuamos la marcha. Cuando íbamos hacia la pasarela para bajar junto al río les comenté la anécdota del perro que casi me cae encima cuando anduve el Camino de regreso este año y se rieron mucho. Justo cuando pasamos junto al muro se asomaron los perros que se pusieron a ladrar y volvieron a reírse.
Cruzamos el puente sobre el río Ebro. Durante casi doscientos cincuenta kilómetros será el compañero de camino por la izquierda pero no se vuelve a cruzar hasta llegar a Pina de Ebro, punto en que se abandona también el Camino de Santiago del Ebro. También en este puente abandonamos la Comunidad Autónoma de Euskadi.
Seguimos andando por el Camino Viejo para llegar a Fuenmayor y por el camino paralelo a la N-232 hasta llegar a un cruce en que salimos a dicha carretera antes de llegar a la rotonda de salida de la AP-68. Tomamos el camino que por la izquierda deja las cabinas de peaje de la autopista.
Por dicho camino nos dirigimos a Navarrete, el cual ya lo tenemos a nuestra vista. Llegamos a la confluencia con el Camino de Santiago francés justo en las escaleras de entrada al pueblo. Pasamos los soportales donde se encuentra el Albergue de peregrinos, que ya están haciendo cola para entrar.
Vamos a la Plaza de Las Pilas donde se encuentra el bar Deportivo de mi amigo Tonino, el italiano, pero está cerrado. Como a algunos de nosotros, sobre todo las señoras, necesitamos del servicio, me dirijo al Ayuntamiento para solicitar dónde podemos encontrar uno público y amablemente nos ceden los que se encuentran en el mismo. Así mismo aprovechamos para sellar la Credencial.
Compramos unas vituallas en una tienda cercana y nos disponemos a almorzar en las sillas y mesas de la terraza del bar Deportivo. Después visitamos la iglesia parroquial de Navarrete que es un templo renacentista de considerable envergadura, cuya construcción se prolongó durante cerca de un siglo, entre 1553 y 1645, a causa de problemas presupuestarios y de sucesivos cambios en la dirección de las obras.

8ª Etapa. Navarrete - Logroño (13Km). Lunes 9.
Como he indicado anteriormente, hoy hemos hecho dos etapas. Al ser cortas, las dos suman 29,5 km, y al tener mañana día de descanso se pueden andar bien. Además a ellos les sirve de preparación para etapas más largas que tendrán que afrontar en días venideros.
Hay que tener en cuenta que a partir de aquí el Camino Ignaciano coincide con tres Caminos a Santiago distintos, a saber: de Navarrete a Logroño por el Francés, de Logroño a Pina de Ebro, el del Ebro y de Pina de Ebro a Montserrat y Manresa por el de Sant Jaume o Catalán. Pero en todos ellos a la inversa.
Salíamos de Navarrete y lo mismo vecinos que otros peregrinos del Camino de Santiago nos decían que íbamos a la inversa o si regresábamos de Santiago, por lo cual teníamos que dar explicaciones del Camino que estábamos andando.
Pasamos junto a Bodegas Don Jacobo donde algunos de los componentes se hicieron las fotos y también junto a las ruinas del Hospital de Peregrinos de San Juan de Acre. En este tramo nos cruzamos con muchos peregrinos a Santiago.
Llegamos a las vallas que delimitan la autovía y cumplimos con el ritual de colocar en ella cada uno su cruz solicitando mentalmente un deseo.
Continuamos la marcha bajando entre viñedos hasta llegar a la entrada al Parque de La Grajera, descansando un poco en el lugar donde se suele situar el peregrino pasante, como él se denomina, Marcelino Lobato, Que casualidad nunca le he visto en este sitio en todas las veces que he pasado.
Más adelante paramos a descansar y refrescarnos en el bar conocido como La Cabaña del tío Juarvi en el mismo parque. Este local está regentado por Juan Vicente, a quien he tenido el placer de conocer y conversar con él. Tres veces trasplantado de corazón y que este año ha andado el Camino de Santiago desde Astorga hasta la tumba del Santo para concienciar al resto de la donación de sangre y órganos. Haré mención a la noticia en una entrada aparte en mi blog.

Aquí dejo también el enlace de su hazaña:
Después del descanso reanudamos la marcha pasando junto al embalse de La Grajera y luego junto a la Virgen del Rocío, llegando a la capital riojana hacia las cuatro de la tarde, alojándose los australianos en el Hotel Ciudad de Logroño.
A las 17:45 nos dirigimos a la Parroquia de San Ignacio donde estaba concertada la misa para las 18:00.
La celebró Michael Smith SJ en inglés. Había una señora que no se enteraba de nada pero luego me dijo: ¡Es igual, también es una misa! Para mí, el trato y atención que tuvieron en esta ocasión por parte de los anfitriones fue frío y con prisas para todo.
Después nos fuimos a una terraza a tomar una cerveza para celebrar la llegada a la primera capital del Camino y también para celebrar el día de descanso.
Día de descanso en Logroño. Martes 10.
Aprovechamos el día para descansar y conocer la ciudad. Salimos a comer unos pintxos y por la tarde fuimos a sellar las credenciales al Albergue del Camino de Santiago. Luego dimos un paseo conociendo el Casco Viejo y entre otros edificios y lugares la Iglesia se San Bartolomé, la de Santiago y la Catedral de Santa María la Redonda.
También estuvimos en la Plaza de Santiago donde se encuentra el Juego de La Oca gigante. Allí les expliqué a mis amigos el significado de este juego y su relación con los Caballeros Templarios y el Camino de Santiago.
Luego vino la despedida, pero no fue emocionada como la anterior. Porque en esta ocasión fue un hasta luego. Y me explico. Cuando yo anduve mi primer Camino Ignaciano, el recorrido no estaba marcado y mi entrada en Manresa, final del Camino, no la hice por el mismo sitio que lo hizo San Ignacio, por el Puente Viejo.
Es una espinita que tengo clavada y que voy a provechar la ocasión para quitármela. Voy a acompañar a mis amigos ausies en las dos últimas etapas de su Camino. De Igualada a Montserrat y de Montserrat a Manresa. Pero eso está por llegar y lo añadiré a esta entrada cuando lo realice, que será a final de mes.
Mientras tanto deseo decirles a mis compañeros de Camino:
 ¡VAMOS! y ¡BUEN CAMINO!