PRESENTACIÓN.
Con
motivo de celebrarse el 60º Aniversario del Barrio Etxeberri, como ahora se
denomina, he editado este libro de imágenes cedidas por varios de los vecinos
que en aquel lejano julio de 1956, inauguraron las viviendas de aquel nuevo
barrio: ECHEVERRI, sí, como nosotros
lo conocimos.
Se
recoge, en imágenes, a parte de los vecinos del barrio en el que hemos vivido y
que para algunos se ha convertido en un sentimiento.
Sentimiento de
satisfacción y orgullo de haber pertenecido a un colectivo que, más allá de ser
vecinos o residentes, ha forjado entre nosotros una amistad y cercanía que
después de los años transcurridos hoy en día pervive.
Este trabajo
que ahora ve la luz ha sido la consecuencia de una inquietud para mantener el
recuerdo vivo de los años vividos con gente querida. Inquietud que va naciendo
según van pasando los años y que se refuerza con las reuniones que bianualmente
realizamos, precisamente en el mismo barrio.
Es en estas
reuniones donde uno se da cuenta de que ese sentimiento, esas amistades y esos
recuerdos salen a relucir. También es en las mismas cuando vamos echando en
falta a los que ya no están con nosotros y nos damos cuenta de que hay
recuerdos e historias que se van perdiendo.
Es por eso que
he realizado este trabajo que para mí es una satisfacción, pues he contado
desde el primer momento con el apoyo de muchas personas para la realización del
mismo.
Ha
sido un trabajo arduo, pero he contado con la colaboración y ayuda de todos. Naturalmente
faltan imágenes por poner. Estarán guardadas. Cada uno tiene sus recuerdos.
Muchos son, por desgracia, los que aparecen en las mismas que ya no están con
nosotros.
En
esta ocasión he dado el título de Imágenes 1, porque quiero recibir más
imágenes para poder editar un nuevo tomo. Espero la colaboración de todos.
Si por olvido u omisión algo me he dejado en el camino,
pido disculpas por ello.
Fermín
A. Lopetegui Loinaz.
CANCIÓN A ETXEBERRI
(Con la
música de BENGOLEA)
Estamos ahora aquí para cantar
a un Barrio muy querido y con solera.
(Bis)
Es ETXEBERRI,
es ETXEBERRI.
Es el Barrio nuestro,
de nuestras vivencias. (Bis)
Nuestros mayores nos trajeron aquí.
Con gran esfuerzo nos criaron aquí.
Nuestros mayores nos trajeron aquí,
y con gran esfuerzo nos criaron aquí.
Es ETXEBERRI,
es ETXEBERRI.
Es el Barrio nuestro,
de nuestras vivencias. (Bis)
Hemos crecido y convivido aquí.
Nuestros recuerdos nos trasladan aquí.
Hemos crecido y convivido aquí,
Y nuestros recuerdos nos trasladan aquí.
Es ETXEBERRI,
es ETXEBERRI.
Es el Barrio nuestro,
de nuestras vivencias. (Bis)
ETXEBERRI.
Letra:
Fermín Lopetegui
NUESTRO BARRIO,
NUESTRO HOGAR, NUESTRA MADRE
Hoy, después de SESENTA años de tu
nacimiento, volvemos a verte, a
celebrar tu cumpleaños,
a recordar cómo eras.
Tú eras la patria común de una chiquillería que hoy
pintamos canas, a los que tú viste nacer y crecer subidos a tu lomo.
Tu
hibernabas como los osos, era época de
escuela, de calor de cocina
económica, y de tareas
memorizadas encima de la mesa de la cocina.
La
primavera, normalmente muy lluviosa, tampoco era propicia a callejear, pero con los primeros calores del verano tu vida y la nuestra
se volvía bulliciosa, se oían por todos tus rincones nuestros
gritos, juegos y peleas, vida al fin y
al cabo.
Conocíamos
cada piedra tuya, cada recodo de tus
caminos, desde el regacho de heladas aguas aun en el estío, hasta el río grande prohibido y no por ello menos
visitado; desde los prados donde nos
tumbábamos al sol, hasta las
umbrías donde jugábamos al escondite.
Recorríamos
tus caseríos como buenos recaderos al
atardecer a comprar la leche y algunas
hortalizas recién cogidas del huerto.
Los
más intrépidos entraban en los gallineros,
provocando gran escándalo entre
las gallinas, alguna desaparecía
y otras quedaban en tan mal
estado que tenían que ser sacrificadas antes de hora.
Cuando
el verano estaba llegando a su fin era
el tiempo de coger moras y
acederas. ¡Ay! si hubiesen conocido nuestras madres sus propiedades medicinales!
Para nosotros solo eran hierbas ácidas que comíamos con fruición.
Las
manzanas aún verdes que robábamos para desesperación del casero y cuyos remordimientos y dolores
de barriga venían a perturbar nuestros sueños
infantiles.
Recuerdo
ese olorcillo de las cenas veraniegas que para
exprimir el día al máximo eran de
bocadillo, sentados en las escaleras exteriores, a la luz de aquella
bombilla amarillenta, que contribuía a que las historias que los niños mayores
contaban tomasen matices tenebrosos para
los pequeños.
Los
hogares que en ti se asentaban también
eran patria común; no existían puertas cerradas. Sólo al llegar la noche, cada uno acudía a su
nido como los pajarillos a descansar para, en la siguiente jornada, continuar los juegos despreocupados.
Las madres también eran
patria común. Recuerdo a mi
madre que con solo dos hijas a veces
preparaba cinco o seis meriendas, casi siempre de pan con chocolate.
También
a la señora Mercedes la vecina de
arriba, que con ocasión del nacimiento de mi hermana, por supuesto en casa, me
adoptó por unos días con
su ya extensa familia.
Recuerdo
sus ricas comidas, su mesa ocupada por un
gran puchero, y mucho apetito en
todos ellos, algo de lo que yo carecía y que me contagiaron un poco. También tengo en mi mente aquel sarampión que pasamos
su hija menor y yo juntas en su cama, como algo divertidísimo.
Ahora
la veo a sus 90 años con el “Alzheimer”
que borra los recuerdos, pero ella me
sigue llamando por mi nombre
infantil, me produce una sensación de cariño infinita que espero no olvidar jamás.
Uno
de aquellos niños, hoy reconvertido en
un amante de las nuevas
tecnologías, ha creado un blog, y por medio de él nos comunica a los que vivimos en la diáspora las novedades
que en ti se van sucediendo, además su
gran idea de ir recogiendo todos nuestros recuerdos en un libro.
Esos recuerdos y fotografías que son retazos pequeños de nuestra
vida, y que nos han ido conformando
tal y como somos.
Es
por todo eso por lo que hoy volvemos a
ti todos tus hijos. Es una fecha
importante que vamos a celebrar poniendo nuestros recuerdos en común, alrededor de una mesa, que es como
aquí lo celebramos todo.
Además
nos acompaña la suerte, en tu interior
nació ya hace muchos años un Hotel importante,
por lo que el cumpleaños feliz
que todos cantaremos resonará en
tus entrañas maternales que a todos nos cuidó y hoy nos
vuelve a acoger.
Merche Muñoz
04.01.2014
Estas son algunas de las cerca de 350 imágenes, algunas inéditas, que aparecen en el libro.
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