No se marchitan los besos
como los malinches,
ni me crecen vainas en los brazos;
siempre florezco
con esta lluvia interna,
como los patios verdes de mayo
y río porque amo el viento y las nubes
y el paso del los pájaros cantores,
aunque ande enredada en recuerdos,
cubierta de hiedra como las viejas paredes,
sigo creyendo en los susurros guardados,
la fuerza de los caballos salvajes,
el alado mensaje de las gaviotas.
Creo en las raíces innumerables de mi canto.
como los malinches,
ni me crecen vainas en los brazos;
siempre florezco
con esta lluvia interna,
como los patios verdes de mayo
y río porque amo el viento y las nubes
y el paso del los pájaros cantores,
aunque ande enredada en recuerdos,
cubierta de hiedra como las viejas paredes,
sigo creyendo en los susurros guardados,
la fuerza de los caballos salvajes,
el alado mensaje de las gaviotas.
Creo en las raíces innumerables de mi canto.
Poema de: Gioconda Belli
Mayo es el quinto mes del año en el calendario gregoriano y
tiene 31 días; pero era el tercer mes en el antiguo calendario romano donde
faltaban enero y febrero. Los antiguos romanos le llamaban maius y su
nombre no parece provenir de la diosa romana Maia (antes denominada Bona Dea),
sino de Maius Juppiter (reducción de MAXIMUS/el más grande). En la antigua
Grecia su equivalente es el mes de Targelión.
Antiguamente la gente salía al campo
al amanecer del primer día de este mes para celebrar la llegada de la
primavera, y de ahí que se llamara Día de Mayo. En Inglaterra, en tiempos,
podían verse en todo el país niñas vestidas con muchos adornos que eran las Reinas
del Día, y por todas partes se levantaban mayos. En Londres se colocó por
última vez uno de estos altos palos con cintas y flores en 1717. En el
calendario Católico a este mes se le llama el Mes de María.
Refranes de Mayo:
- Hasta el cuarenta de mayo, no te
quites el sayo.
- Quien deja el abrigo un día de
invierno contento irá en mayo a cogerlo.
- Trasquila en Mayo el cordero, y
trasquílalo entero.
- Si pasas un Mayo frío y ventoso,
de tu cosecha estarás orgulloso.
- Aunque el tiempo sea malo, verás
florecer las judías antes de final de Mayo.
- Si en mayo
llueve y hace calor todo el campo cubre de verdor.
- Mayo muy
florido, año muy lucido.
- Mayo pardo,
San Juan claro, señal de buen año.
- Mayo ventoso es para el labrador hermoso.
- Mayo ventoso es para el labrador hermoso.
- Perejil de
mayo, perejil de todo el año.
- Si quieres
tener perejil todo el año, siémbralo en mayo.
- En mayo setas
a paño, en abril setas a mil.
- Mayo pardo, año harto.
- Mayo pardo, año harto.
- Agua de por
mayo, pan para todo el año.
- Dios nos
libre de las heladas de mayo.
- Mayo come
trigo y agosto bebe vino.
- Lluvioso
mayo, seguro el año.
- Mayo mojado,
del barbecho hace prado.
- Mayo frío,
mucho trigo.
- Caracol de
mayo, candela en mano.
Plantar el mayo.
La tradición no sabemos
de dónde viene, pero debe ser muy vieja. El mayo es un árbol, cuanto más alto
mejor, que se plantaba en la plaza mayor el víspera de la primera Pascua y se
arrancaba en la segunda Pascua.
Unos días antes, los
mozos iban a tratar de encontrar el árbol más grande. Una vez encontrado, se
iba a hablar con el dueño, se fijaba el precio del árbol y se pagaba a escote
entre todos los mozos.
El árbol se cortaba y se
traía a la plaza. Se ponía tumbado sobre el suelo, se hacía un agujero en la
plaza de un metro y medio de hondo y se ataban cuatro ramales al árbol. Se
ponía un tablón en el agujero, para que no resbalara el árbol, y conforme se
tiraba, iba bajando el tronco al agujero. Cuando estaba levantado y bien recto,
se apisonaba bien y allí se quedaba el
árbol. Había veces que en la copa se ponía algún adorno. Algunos mozos subían
por el mayo, pero pocos, que estaba muy alto.
“De entre
los muchos brotes que nos anuncian Mayo,
adornando
los campos con sus galas y sayos,
rivalizando
entre sí por ser más floridos,
contemplad
el hermoso esplendor del espino,
que tan
bien vestido con su túnica blanca
colma del
encanto de Mayo la gozosa mirada”.
Poema de: Chaucer.
Vivir en el pasado es morir al
presente, nos perdemos el ahora cuando estamos en el ayer. El pasado ata,
atrapa y mata. El presente libera, crea y da vida. Sólo en el tiempo del ahora
nos permitiremos vivir satisfactoriamente.
El pasado es el recuerdo doloroso,
el sentimiento que se convirtió en resentimiento, la experiencia dolorosa que
le llamamos culpa. El amor que se transformó en odio, la sensibilidad que se
vuelve sensiblería. Experiencias de dolor, miedo, culpa, insatisfacción y
tristeza. Pesada carga que a veces llevamos con nosotros, equipaje que no nos
permite vivir sino sobrevivir a duras penas.
Accedemos al
presente cuando perdonamos, nos perdonamos y perdonamos a los demás. Perdón,
palabra mágica y sanadora. Perdonar no es aceptar los hechos ocurridos, no es
olvidar, tampoco es negar lo que nos pasó. El perdón no justifica pero tampoco
juzga. El perdón te libera del pasado y te pone en tiempo presente.
Uno de los regalos finos que podemos hacer a
personas, que nos son queridas, son las flores. Eso indica la delicadeza de
sentimientos de quien hace el regalo, pues, en este mundo materializado
muchísima gente valora sólo lo que da una producción inmediata.
El ofrecer una flor no es sólo el regalo
material de algo bello, sino un símbolo de delicadeza, de ternura, de acogida,
de amor, por eso hay costumbre en países y lugares dar la bienvenida con un
ramo o una guirnalda de flores.
Flor de Mayo, como un rayo
de la tarde, se moría...
Yo te quise, Flor de Mayo,
tú lo sabes; ¡pero Dios no lo quería!
Las olas vienen, las olas van,
cantando vienen, cantando irán.
Flor de Mayo ni se viste
ni se alahaja ni atavía;
¡Flor de Mayo está muy triste!
¡Pobrecita, pobrecita vida mía!
Cada estrella que palpita,
desde el cielo le habla asi:
«Ven conmigo Florecita,
brillarás en la extensión igual a mí.»
Flor de Mayo, con desmayo,
le responde: «¡Pronto iré!»
de la tarde, se moría...
Yo te quise, Flor de Mayo,
tú lo sabes; ¡pero Dios no lo quería!
Las olas vienen, las olas van,
cantando vienen, cantando irán.
Flor de Mayo ni se viste
ni se alahaja ni atavía;
¡Flor de Mayo está muy triste!
¡Pobrecita, pobrecita vida mía!
Cada estrella que palpita,
desde el cielo le habla asi:
«Ven conmigo Florecita,
brillarás en la extensión igual a mí.»
Flor de Mayo, con desmayo,
le responde: «¡Pronto iré!»
Se nos muere Flor de Mayo,
¡Flor de Mayo, la Elegida, se nos fue!
Las olas vienen, las olas van,
cantando vienen, llorando irán...
«¡No me dejes!», yo le grito;
«¡No te vayas, dueño mío:
el espacio es infinito
y es muy negro y hace frío, mucho frío!»
Sin curarse de mi empeño,
Flor de Mayo se alejó,
y en la noche, como un sueño,
misteriosamente triste se perdió.
Las olas vienen, las olas van,
cantando vienen, ¡ay cómo irán!
Al amparo de mi huerto
una sola flor crecía:
Flor de Mayo, y se me ha muerto...
Yo la quise, ¡pero Dios no lo quería!
¡Flor de Mayo, la Elegida, se nos fue!
Las olas vienen, las olas van,
cantando vienen, llorando irán...
«¡No me dejes!», yo le grito;
«¡No te vayas, dueño mío:
el espacio es infinito
y es muy negro y hace frío, mucho frío!»
Sin curarse de mi empeño,
Flor de Mayo se alejó,
y en la noche, como un sueño,
misteriosamente triste se perdió.
Las olas vienen, las olas van,
cantando vienen, ¡ay cómo irán!
Al amparo de mi huerto
una sola flor crecía:
Flor de Mayo, y se me ha muerto...
Yo la quise, ¡pero Dios no lo quería!
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