Entre Panes y Potes.

La Hermida.
Cerca de La Hermida estuvo el monasterio de Osina, en el siglo VIII. Por allí, una carretera tallada en la roca pasa por el valle de Bejes y sube a Andara.
Por estos lares Alfonso XII cazaba rebecos. Por fin, el Deva puede ensancharse al llegar a Panes y recibir las aguas del conocido Cares, que nace en Asturias.
Aquí he pasado un fin de semana descansando y relajándome en el Hotel Balneario La Hermida.en sus aguas termales. Ha coincidido con el Mercado Artesanal que se ha celebrado el fin de semana del doce y trece de octubre.
Hotel Balneario La Hermida.
Y en esta bellísima localidad se encuentra el Hotel Balneario La Hermida. Su situación geográfica es privilegiada, pues está justo en la entrada al Parque Natural de Picos de Europa. Ha sido rehabilitado y convertido en uno de los Establecimientos Termales de más calidad de todo el Norte de España.


Cuenta con varias estancias de diferentes tamaños. Desde grandes salones para conferencias y convenciones hasta rincones más acogedores donde poder charlar. Ofrece a sus clientes la posibilidad de saborear los platos de una cocina elaborada, según el régimen elegido. Carnes, pescados, entrantes y postres propios de la zona son algunas de las ofertas culinarias que el Hotel pone a disposición de los huéspedes.
Y tomando como base este lugar hemos partido en varias direcciones para realizar excursiones a las localidades y bellos parajes de sus alrededores.
Río Deva.
En invierno, la nieve se acumula en los impresionantes Picos de Europa y de ese deshielo provienen las primeras aguas del Deva que nos encontramos en el circo de Fuente Dé. La leyenda cuenta que en este nacimiento del río Deva las anjanas bailaban en las noches de luna llena, al son de la música de las aguas y del canto del cárabo.
El Deva continúa a través del Desfiladero de la Hermida donde recorre 20 kilómetros encajonado entre montañas en una zona abundante en salmones, truchas y anguilas. La garganta del Desfiladero de la Hermida, definida por Pérez Galdós como "el esófago de la tierra", es una zona de especial protección para aves como el águila real, el alimoche, el halcón o el buitre leonado.
Potes.
Las aguas del río Deva llegan a la villa de Potes. Se dice que su nombre proviene de sus puentes "Pontes", pero en realidad cuando aún se escribía en latín se le llamaba "Pautes", abundancia o confluencia de aguas. De hecho en Potes se unen el Deva y el Quiviesa, procedente del puerto de San Glorio, que separa Liébana de León.
La Puebla Vieja de Potes fue declarada Conjunto Histórico artístico. Es la capital de la comarca de Liébana, rica en historia, que ofrece al visitante rincones únicos, balcones floridos, callecitas detenidas en el tiempo, puentes medievales y antiguas casonas.

Cuenta con un rico patrimonio artístico y arquitectónico. Junto a la torre otros edificios monumentales son el Convento de San Raimundo, la Iglesia de San Vicente, las ermitas de la Virgen del Camino y la Virgen de Valmayor; la Torre Orejón de la Lama, y en general los edificios, casonas y puentes de su casco antiguo.
Monasterio de Santo Toribio de Liébana.
Santo Toribio, obispo de Astorga, la trajo de Tierra Santa y se encuentra en el monasterio desde el siglo VIII, siendo trasladado a dicho lugar ante el peligro de la invasión de los árabes. Más de mil años lleva guardándose y venerándose en este lugar. Fue también aquí donde el Beato de Liébana hizo sus "Comentarios al Apocalipsis", códices ilustrados de indudable valor y belleza.
El Año Jubilar Lebaniego se celebra el año en que la festividad de Santo Toribio, el día 16 de Abril, cae en domingo, quedando inaugurado oficialmente cuando, con gran pompa, se abre la Puerta del Perdón del monasterio.
La primera referencia al monasterio de San Martín de Turieno con la nueva advocación de Santo Toribio en es 1125 y pertenecía al patrimonio real. En 1183 el rey castellano Alfonso VIII lo cedió a los condes don Gómez y doña Emilia, la cual a su muerte lo entregó definitivamente al monasterio burgalés de Oña. Para entonces el cenobio había conseguido un extenso dominio, que abarca heredades no sólo en Liébana sino también en todas las provincias limítrofes.
El templo sigue las directrices del gótico monástico de influencia cisterciense, con la claridad de líneas y de espacios y la sobriedad decorativa que caracteriza a la arquitectura de San Bernardo. La planta rectangular proporciona un espacio diáfano y la prismática torre a los pies de la nave central remarca el carácter medieval del conjunto. Han desaparecido construcciones que cerraban el atrio y proporcionaban un aspecto más recoleto al monasterio.
Mirador de Santa Catalina o Bolera de los Moros.
Uno de los lugares más mágicos de Cantabria y estratégico para disfrutar del Desfiladero de la Hermida es el Mirador de Santa Catalina o Bolera de los Moros.
Tras subir una carretera que se adentra en un fantástico bosque de robles y hayas, llegamos a un peñasco alzado sobre el desfiladero, es aquí donde nos daremos cuenta de que todo esfuerzo tiene su recompensa.
Los restos que hoy intuimos fueron una torre y un recinto amurallado, de similares características a otros del Siglo. VIII realizados por la monarquía asturiana. No cabe duda que tenía un emplazamiento inmejorable, tanto por la protección del peñasco, como porque desde allí divisaban muchos quilómetros a la redonda, totalmente estratégica para la defensa y consolidación de la comarca en los primeros momentos de expansión cristiana.
A continuación un pequeño reportaje fotográfico.
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