Iglesias que guardan secretos templarios.
Iglesias que guardan
secretos templarios.
Los enclaves de la
Orden del Temple se extienden por toda la geografía española dotándola de aires
de leyenda medieval. Aunque nació en Jerusalén de manos de franceses y
flamencos, la Orden del Temple pronto se
convirtió en una fuerza que dominó Europa, volcándose de forma especial en la
Península Ibérica.
La historia medieval
española estuvo profundamente marcada por los casi dos siglos de
presencia de la Orden que fue viendo como con cada hazaña crecían su
reconocimiento y dominios en forma de
enclaves a lo largo y ancho de España.
Los templarios ayudaron a la reconquista de terrenos del
reino de León, lo que hizo que se
les legase la custodia de numerosas fortalezas así como terrenos del Camino de Santiago, para la protección
de los peregrinos.
En toda Europa únicamente fue en España donde los
Templarios echaron mano de sus armas para defenderse de la entrega de sus
posesiones y ponerse bajo la custodia de los funcionarios reales. Los dos focos
principales de esta resistencia fueron Aragón y Castilla.
La resistencia de los
templarios ante la realeza hizo que el pueblo les ayudara, por un sencillo
mecanismo psicológico conocido como proyección, pues el pueblo llano idealizó
al Temple y vieron en los Templarios muertos una especie de mártires defensores
de la justicia.
Iglesias y Ermitas.
Se trató de tapar la historia de los templarios tras la eliminación de la
Orden. Se destruyó la documentación que databa y daba carta de naturaleza a
monasterios, iglesias y ermitas. Se trató, por todos los medios, que la cultura
popular olvidara a aquellos caballeros que portaban con orgullo sus rojas
cruces pintadas en el pecho, pero quedaron las piedras.
Y las piedras hablan. Y cuentan muchas cosas de los templarios y su gusto
por el esoterismo, la alquimia y la magia, como por ejemplo en explicación
siguiente.
En el norte de la provincia de Soria se encuentra un lugar con un río y
dos paredes verticales que conforman hoy un parque natural de singular belleza:
el Cañón de Río Lobos. Y allí se encuentra la historia hecha piedra. La ermita de San Bartolomé (San Bartolo) con
sus leyendas Templarias. Esta
ermita se halla a la misma distancia, en metros, de los límites más externos al
este y al oeste de la península Ibérica. La unión entre el punto de ubicación
de esta ermita con otros templos templarios de la península forma una cruz de
malta, el símbolo de la orden.
Al norte de San Bartolo, en la provincia de Navarra, en un descampado se
alza la ermita de Nuestra Señora de Eunate, llena de simbolismo, de energía y
de luz.
Al oeste de Eunate, en tierras burgalesas se encuentra otra pequeña
ermita: Santa María de Siones, también puro simbolismo, energía y luz. Ubicándolas
en un mapa, hay la misma distancia en línea recta entre San Bartolo y Eunate
que entre San Bartolo y Siones, mientras que entre Eunate y Siones la distancia
es dos tercios la medida anterior, por lo que forman un triángulo isósceles. No
se puede hablar de casualidades, la misma situación de San Bartolo está en el
punto medio equidistante de los bordes este-oeste de la península.
Dos entornos que tienen muchas similitudes. Los dos hablan de misterio,
círculos cerrados de conocimiento y claves escritas para ser leídas por los
iniciados. Iniciados que adquirieron sus conocimientos entre estas piedras
templarias de estas dos ermitas.
Son muchas las Iglesias templarias repartidas por la península y a
continuación veremos algunas de esas Iglesias a las que algunos estudiosos les
asignan la condición de templarias y que guardan tanto en su interior como en
el exterior que las identifican con la Orden.
Nuestra Señora de Eunate.
(Navarra).
Eunate es una voz en euskera que significa cien puertas. Fue construida cerca de Puente
la Reina, Navarra, en estilo románico en la segunda mitad del siglo XII. Primeramente se trató de una ermita mariana de una cofradía local. También se considera a Eunate la casa de retiro e iniciación de los caballeros templarios en la zona. En las tumbas que se hallan en la iglesia se han encontrado vieiras por lo que se cree que fue un hospital para los peregrinos.
la Reina, Navarra, en estilo románico en la segunda mitad del siglo XII. Primeramente se trató de una ermita mariana de una cofradía local. También se considera a Eunate la casa de retiro e iniciación de los caballeros templarios en la zona. En las tumbas que se hallan en la iglesia se han encontrado vieiras por lo que se cree que fue un hospital para los peregrinos.
Se
halla en el lugar donde se juntan los Caminos de Somport y de Roncesvalles y en
un lugar
mágico. Su subsuelo lo recorren tres corrientes telúricas que forman un cúmulo
de energías. Los caballeros del Temple escogían los lugares de sus
emplazamientos y sobre todo cuando se trataba de lugares de iniciación.
El
conjunto es de planta octogonal imperfecta y su armonía queda
rota por un ábside pentagonal y una torreta de planta cuadrada rematada en una
semi-cúpula. En los muros
exteriores se alternan ventanas caladas y ciegas y dos puertas de acceso, la
del norte, muy decorada, Con dos puertas de acceso; en el lado norte la principal ante el Camino, abocinada y muy decorada y otra de más sencilla hacia poniente.
Los sillares de los muros nos muestran las marcas que los canteros
grababan con signos especiales. Algunas informaciones orientan el ábside hacia
el sur, algo extraño y poco común en los templos cristianos, pero con una
brújula magnética la orientación de la ermita el eje de la misma es de 100°
variando varios grados según se acerca o se aleja del interior de la ermita
provocado por la naturaleza del subsuelo.
La cubierta está sustentada sobre ocho semi-arcos que la dividen en ocho
segmentos diferentes puesto que las paredes del octógono son también diferentes
y en cada tramo de la cubierta hay un lucernario. Cuatro octogonales y otros
cuatro hexagonales, distribuidos alternativamente. Más señales templarias.
Estas divisiones muestran la marca oculta del Temple. Los lucernarios
octogonales forman una perfecta cruz patada, añadiendo el ábside se forma una
cruz ansada o cruz egipcia, y si prescindimos de ella con la cruz tau.
Está
rodeado por una galería porticada de treinta y tres arcos, con capiteles
decorados y cinco
aberturas para acceder a la ermita. Los catorce pórticos que dan al lado de la
puerta principal, son dobles y tienen el capitel decorado. Los restantes son
cúbicos y sin decoración.
Otro símbolo templario se halla en el capitel de una de las columnas ya
que se ve un crucificado sin cruz. Los caballeros templarios la consideraban un
medio de tortura y, por lo tanto, como un objeto no digno de adoración. En las
arquivoltas de la puerta trasera hay unas estrellas de ocho puntas, otro claro
símbolo templario.
En la puerta principal y en los capiteles de las columnas que delimitan
el espacio de paso, hay dos relieves que muestran a seres con la barba recogida
en espiral. Si los miramos al revés, son dos bafomets, otro signo templario.
También una serie de figuras en los arcos de la puerta, como animales
mitológicos, hojas y una figura que muestra un templario sobre la cabeza de un
bafomet. Similar a esta figura se ha encontrado se ha encontrado otra en una
iglesia templaria de la provincia de Burgos.
Puente la Reina. (Navarra).
A escasos kilómetros de Eunate se encuentra la localidad de Puente la
Reina, donde todo el pueblo rezuma a templario y donde las crónicas sitúan la
casa madre de los templarios y Eunate la casa de retiro e iniciación de los
caballeros. Esta dualidad aparece en
otros lugares por lo que no sería de
extrañar que así fuese.
A la
entrada de la localidad, los peregrinos se detienen en la plazuela de la calle
del Crucifijo. La Iglesia del mismo nombre, vinculada en su origen a la orden
de los templarios, guarda en su interior una misteriosa talla: un crucifijo de grandes dimensiones cargado de leyenda y
considerado una de las mejores obras de la imaginería
gótica que se conservan en España. La figura de la Cruz es en
aspa, y mostrando también, según algunos estudiosos, los signos templarios en
la sillería de sus muros donde se encuentran cantidad de cruces patadas,
bafomets, figuras de animales mitológicos e imágenes asociadas al Temple.
El
templo data de finales del siglo XII y fue fundado con el nombre de Santa María
de los Huertos, por la Orden del Temple.
Después de su expulsión en 1312, la orden militar de San Juan de Jerusalén se
hizo cargo de sus bienes en la villa en 1443. A mediados del siglo XV se
crearon junto a la iglesia, el convento de Sanjuanistas y un hospital para el
cuidado de los peregrinos que se dirigían a Compostela.
El origen del Cristo no está claro.
La hermosa talla gótica, de la primera mitad del siglo XIV, se ha relacionado
con los modelos de la Alemania renana por su forma de "Y" sobre
maderos que imitan un árbol sin descortezar. También se observa la influencia
italiana en el fino tratamiento de los rasgos faciales del Cristo y en la disposición
de sus pies. Destaca su expresión de dolor, acentuada por los brazos colocados
en una "V" muy pronunciada y por el fuerte dinamismo de su torso y
piernas.
Aunque
se le atribuye un posible origen templario, no existen datos que lo confirmen,
puesto que el primer documento que hace referencia a esta pieza data de 1325 y
la Orden del Temple fue expulsada en 1312. Una leyenda cuenta que el crucifijo
fue donado por unos peregrinos alemanes que, a su regreso de Santiago,
agradecieron el buen trato recibido en el hospital de peregrinos de Puente la
Reina obsequiando a la iglesia con la cruz que habían llevado a cuestas durante
su peregrinación.
Iglesia del Santo Sepulcro. (Torres del Río. Navarra).
Poco antes de abandonar Navarra, el Camino de Santiago, nos ofrece este bello y recogido
ejemplar del románico del siglo XII, que fue capilla funeraria y faro del Camino de Santiago.
ejemplar del románico del siglo XII, que fue capilla funeraria y faro del Camino de Santiago.
Según algunos historiadores, el Santo Sepulcro de Torres del Río podría haber sido obra de los caballeros del Temple. Este extremo no se ha podido confirmar pero añade misterio a esta obra, que fue construida a semejanza del templo del Santo Sepulcro de Jerusalén, pero adaptando los conocimientos islámicos a la manera de construir de los cristianos.
De planta octogonal, la iglesia del Santo Sepulcro es un raro ejemplo del arte medieval, ya que frente a la horizontalidad y pesadez del románico, en este templo todo conduce a la verticalidad. En su interior, la impresionante bóveda de nervios entrecruzados le hará recordar el arte hispanomusulmán.
La iglesia del Santo Sepulcro se encuentra integrada en el casco urbano de Torres del Río, pequeña localidad jacobea situada en la Zona Media de Navarra, entre lo alto de una colina y una profunda hondonada, ya cerca de tierras riojanas. El visitante se encuentra ante una joya del románico, edificada en torno a 1170 como réplica de la basílica de Jerusalén, en la que la forma circular se ha sustituido por otra poligonal.
Ligada desde su origen al Camino de Santiago, fue faro de peregrinos, a quienes orientaba gracias a la luz prendida en la linterna que corona el edificio. El terreno que la circunda, sirvió además como cementerio de caminantes.
La planta octogonal, con un acabado perfectamente compensado, es un edificio sobrio y armonioso en el que se diferencian claramente tres cuerpos: el primero de ellos, ciego; el segundo, iluminado por dos pequeñas ventanas; y el superior, abierto en ventanas de medio punto que iluminan la espléndida cúpula interior.
A ambos lados, el edificio conserva el ábside y una torre cilíndrica, y sobre el tejado de ocho aguas, se erige una linterna también octogonal que reproduce en miniatura el propio cuerpo del templo.
Si queremos acceder al edificio, lo haremos por la puerta del lado sur, cuyo tímpano nos presenta una cruz patriarcal, insignia de la Sagrada Orden Militar del Santo Sepulcro de Jerusalén.
En el interior, la mirada se alza hacia la magnífica cúpula de gruesos nervios de influencia califal que corona el conjunto y que dibuja una estrella de ocho puntas iluminada por una luz tenue luz que se filtra por las celosías. Su nervadura recuerda modelos islámicos similares a los de algunas mezquitas, lo que permite especular con la posibilidad de que el monumento fuese construido por artesanos mudéjares que habrían llegado a Torres del Río desde la orilla del Guadalquivir.
Y en el ábside, custodiando el templo, un Cristo del siglo XIII, también conocido como el Santo Cristo de los Caballeros del Sepulcro. También observan delicadas columnas, y capiteles de influencia morisca que reproducen monstruos y centauros.
Santa María de Siones. (Burgos).
Al norte de la provincia de Burgos se encuentra el valle de Mena. Donde
se encuentra
Siones de Mena con una ermita especial protegida por la sierra Salvada, ¿el Mont Salvat? Curioso.
Siones de Mena con una ermita especial protegida por la sierra Salvada, ¿el Mont Salvat? Curioso.
Construida en el siglo XII, según la tradición no documentada, de origen
templario. Es estilo románico y consta de una nave con un crucero que alberga
dos capillas.
Su ábside es semicircular, formado por arcos de medio punto, adosados a
la pared y a dos alturas, formando entre sus columnas una bancada dando al
lugar el aspecto de lugar de reunión alrededor del centro del ábside. La
orientación es la misma que en Eunate. El eje del ábside señala los 100º, la
misma medida, por lo que su orientación es muy próxima al este.
La capilla correspondiente al lado izquierdo, contiene un sagrario de
piedra decorado con un símbolo griálico. En la misma, y a la altura de un metro
parte una escalera de caracol estrecha que lleva a un lugar para una sola
persona y tiene una ventana que se abre hacia el interior, teniendo todas las
características similares a las que se ven en otras ermitas iniciáticas de los
templarios.
En la otra capilla se ve en piedra una mujer de raza negra, estirando de
los pelos a un demonio y sobre él un inmenso ibis.
Las columnas del interior están talladas representaciones de justas y
motivos florales. Hay una talla de una barca que se acerca a la costa con muchas
personas a bordo. No es la única en la que se encuentra esta representación,
pues parece da noticia de la llegada de peregrinos a Santiago, aunque podría
ser también de la llegada por mar del Santo Gríal.
Iglesia de San Lorenzo en Vallejo
de Mena. (Burgos).
A tres kilómetros de Siones se encuentra Vallejo de Mena con una iglesia románica
del
siglo XII dedicada a San Lorenzo destacando su construcción, hecha con piedra de gran calidad. Aquí también las piedras hablan. Lo mismo que se considera a Puente la Reina como casa madre y Eunate lugar de iniciación, ocurre con Vallejo y Siones.
siglo XII dedicada a San Lorenzo destacando su construcción, hecha con piedra de gran calidad. Aquí también las piedras hablan. Lo mismo que se considera a Puente la Reina como casa madre y Eunate lugar de iniciación, ocurre con Vallejo y Siones.
Si hay dudas de que la ermita de Siones era un lugar de iniciación y
retiro templario, en San Lorenzo se aclaran muchas de las claves y símbolos que
allí estaban ocultos.
En el interior de la iglesia, hay varias figuras de animales fantásticos,
entre los que dominan los glifos. En uno de los capiteles también, como Siones,
encontramos la barca con los peregrinos o que porta el Santo Grial.
También hay una pila bautismal, en la que hay varias figuras grabadas, entre
ellas varias cruces templarias. También en el ábside, en un monumento funerario
que parece posterior a la época, se encuentra una estela funeraria con la cruz
templaria como motivo decorativo.
La puerta principal, que da al oeste, está decorada con profusión
figuras. Demonios, centauros, ángeles, glifos, una persona tocando un violín,
personas desnudas, con bolsas con borlas, con aperos de labranza al hombro, una
mujer con una escoba y una también una figura similar, aunque más pequeña, otra
que hay en Eunate: un templario sobre la cabeza de un bafomet.
San Bartolomé o San Bartolo de Río Lobos.
(Soria).
"Silencios Templarios que se oyen a lo
lejos. De cómo se puede rezar en multitud, estando solo".
En la localidad de Ucero, en Soria, se encuentra la ermita de San Bartolo.
Una edificación de estilo pre-gótico con muchos elementos del románico. Poner
el pié en el cañón y seguir la senda junto al río que bañó los cuerpos de
aquellos Caballeros Templarios, y que da nombre al lugar de Cañón de Río Lobos,
nos lleva a uno de sus mas escondidos parajes.
Los
monjes templarios levantaron aquí una construcción románica en el primer cuarto
del siglo XIII con alguna influencia de un incipiente gótico. Es el lugar más
visitado del cañón del río Lobos y destila magnetismo por los cuatro costados.
Formaba parte de un cenobio templario del que sólo se conserva la capilla.
El
marco elegido no puede ser más impactante. Los elevados cantiles encierran al
río en un corsé húmedo y oscuro la mayor parte del año. Está llena de símbolos
que para muchos demuestran la relación de los templarios con el esoterismo y
las energías ocultas.
Así
nos relata Ángel Almazán en su libro "Por tierras de Soria, La Rioja y
Guadalajara", el enclave y la ermita:
“En un meandro del río Lobos, protegida por cantiles enormes, con el buitre
leonado como vigilante eterno y psicopompo desde la época celtíbera, con una
enorme cueva donde oficiar los Misterios de la Magna Mater, y asentando sus
cimientos en la firme roca, se encuentra uno de los Centros del Mundo más
misteriosos de Europa: la ermita de San Bartolo, antiguo templo del monasterio
templario de San Juan de Otero. Todo él es de sillería, para que las energías
sutiles no se dispersen y puedan concentrarse y favorecer a todo Peregrino del
alba que busque la Gnosis. Tiene este templo muchas similitudes con San Juan de
Duero (Soria): planta en cruz latina, hastiales rematados en triángulos,
románico tardío y protogótico”.
La fecha de construcción parece
ser del primer tercio del siglo XIII y algunas marcas de cantería delatan manos
aquitanas en la labra de los sillares. El magnífico crismón del ábside nos está
indicando igualmente que la iglesia fue construida por una cofradía de los
Hijos del Maestro Jacques que perdura hoy en Francia con el nombre de
compañeros Pasantes del Deber, y por tanto el templo que estamos contemplando
formaba parte de los Mil Caminos de Santiago con una particularidad esencial:
era además un Centro del Mundo con todo el telurismo y el simbolismo necesario
para que el Espíritu atravesara el cuerpo y el alma de los Adeptos.
La
vinculación con la Orden del Temple está probada y junto a ella se abren
misterios que quedan por resolver.
Con una nave en forma de cruz latina con una orientación que se aproxima
al este, la portada hacia el sur y otra al norte, ahora tapiada con sillares.
Frente a la ermita un puente atraviesa el río para llegar a la entrada de una
gran cueva. La orientación es similar y se entra por el oeste profundizando en
la montaña hacia el este. Un lugar mágico que, seguro, tuvo que ver con la
ubicación de la ermita.
Mágico es mirar la ermita desde el interior de la cueva, entendiendo el
entorno de San Bartolo como un lugar natural de quietud y silencio. Silencio
que hoy se rompe con la pequeña campana de la ermita, claramente más moderna,
pero no hay rastro de ningún campanario que hubiese antiguamente como si los
templarios no quisieran llamar la atención.
En la portada principal, hay grabado un símbolo identificado como una
salutación a María. Son dos uves opuestas y sobrepuestas que rematan tres de
sus cuatro vástagos con cruces con el saludo de Ave María y en su centro, el
rombo que figurando ser la matriz de la Madre Tierra.
Como en otras construcciones románicas y góticas, en las piedras de San
Bartolo, abundan los signos de cantero. Extrañas marcas identificadas con
señales para contabilizar el trabajo de los canteros para abonarles por su
trabajo. Signos similares se ven en Salas de los Infantes que es del XV cuando
la ermita de San Bartolomé es del siglo XIII apreciándose en algunos sillares
de ésta última dos señales de cantero. Podrían ser símbolos informativos con informaciones
cifradas que solo los iniciados pudieran leer y comprender. Incluso se podría
relacionar alguno de estos símbolos con la posición en el cielo de determinadas
constelaciones.
Algunos misterios de los Señores del Temple se pueden observar en esta
ermita. En un lateral del crucero, junto a la portada principal, hay un canecillo
que parece representar un tabot etíope, representaciones esquemáticas del Arca
de la Alianza, que también podemos observar en su interior pues en uno de los
capiteles se puede ver la misma figura.
También conforma un mundo de simbolismo esotérico que se repite en otros
lugares, la cantidad de animales, figuras gemelas, un crismón, barriles
alquímicos, cabezas rematadas en círculos, una hache enigmática, etc.,
representados, para ser leídos por los iniciados en el secreto de sus
representaciones.
Llaman la atención los óculos del crucero. En cada uno hay un pentáculo
invertido, formado por diez corazones diferentes, entrelazándose cinco,
formando un pentágono central. Todos éstos son símbolos iniciáticos que pueden
tener mil lecturas. Que nos hablan de los Templarios como catalizadores de
culturas milenarias que convivían en el tiempo y que luchaban entre ellas con
las armas.
Los Templarios recogieron la información que encontraron sobre arte,
ciencias, pensamientos, filosofías, vivencias y los lugares por donde pasaron,
guardando esos conocimientos a buen recaudo y a salvaguarda de los tiempos. Los
óculos de la ermita de San Bartolo hablan de todo ello siendo el mayor misterio
y quizá la mayor prueba de que, en tiempo de guerra, los Templarios hicieron la
paz para adquirir conocimientos.
Desde el suelo de roca que sirve de base a la ermita, se encuentran a la altura
de la portada trasera quince hileras de sillares y en el contrafuerte junto a
la portada principal otros veinticuatro. Son ya treinta y seis los sillares al comienzo
del ábside y treinta y nueve en el extremo del mismo.
Puesto que en la puerta principal hay unos escalones que bajan hacia a la
ermita por su parte interior, el suelo de la misma está sobre los sillares de
la fila veintisiete. Hasta la treinta y nueve hay dos metros de altura que parecen
esconder algo. ¿Una cripta? ¿Qué por debajo de la ermita se prolongue la cueva
grande u otra cueva que sirvió de eremitorio, como en otras ermitas templarias?
¿Qué señalan los báculos clavados en tierra esculpidos en el ábside en sillares
contiguos y tan cerca del suelo?
Ellos buscaron allí lo importante y algo encontraron, edificando para
salvar el lugar y las energías que emanaba. Energías vivas, energías que se
sienten en el aire, en las rocas, y en el agua.
El mayor secreto de los Caballeros Templarios es que no tenían secreto
alguno. Lo dejaron todo escrito en la piedra. Las piedras hablan, pero hay que
saber escucharlas y entenderlas. Lo realmente importante no es el tipo de
construcción, sino el lugar dónde se ubica. Y ninguna de las dos cosas sería
importante sin la presencia de los Templarios.
Iglesia
de Santa María do Campo. (A Coruña).
Algunas fuentes, influenciadas por la
localización de lo que fue en los siglos XII-XIII, la
importante y a la vez misteriosa Bailía templaria de Faro, promovida por el interés que la Orden generaba en Occidente, así como por el interés de algunos de los más importantes nobles gallegos que así aseguraban la presencia de unos guerreros para hacer frente a las incursiones normandas, consideran la posibilidad de que esta iglesia, dedicada a la figura de una peculiar Nuestra Señora, contiene algunas singularidades que tuvieron que ver con la antigua orden medieval de monjes-guerreros.
importante y a la vez misteriosa Bailía templaria de Faro, promovida por el interés que la Orden generaba en Occidente, así como por el interés de algunos de los más importantes nobles gallegos que así aseguraban la presencia de unos guerreros para hacer frente a las incursiones normandas, consideran la posibilidad de que esta iglesia, dedicada a la figura de una peculiar Nuestra Señora, contiene algunas singularidades que tuvieron que ver con la antigua orden medieval de monjes-guerreros.
Como en otros lugares de la costa,
Noya y Betanzos, en el tímpano principal se encuentra un mito que parece
constituir una constante en el románico de la costa coruñesa: la Adoración de los Magos. También,
como en Noya y Betanzos, la interpretación que el cantero hace con sus
elementos y detalles, hace que merezca la pena centrar la atención, donde la
numerología parece tener cierta relevancia.
Como los
ocho ángeles que en la arquivolta principal escoltan a cinco figuras que
parecen corresponder a un Pantocrátor,
con la figura central de Cristo y los cuatro evangelistas, dos a cada lado. La Adoración Magi del tímpano también juega con la numerología pues lo hace
con seis personajes entre magos y familia evangélica, añadiendo varios
elementos que podrían considerarse como novedosos e incluso únicos: la
presencia a ambos extremos, de dos singulares edificios de forma circular, tipo
torre, que además de contar con el detalle artístico de sus puertas y
ventanales.
El de la
izquierda, tiene tres cabezas que pueden considerarse como bóvidos, asociadas a
esa simbólica vaca solar o vaca
cíclica que cuenta con numerosas referencias en la heráldica de uno de
los linajes más antiguos de Galicia, como es el de los Becerra y que también
están presentes en la nave del templo de San Francisco de Betanzos y en la
enigmática iglesia de Santa María a Nova de Noya, en el frontal del sepulcro de un
misterioso personaje, Ioan de Estivadas, quien siendo prácticamente desconocido
para la Historia llama la atención que su nombre figure en la Plaza situada
junto a la iglesia de San Martiño, siendo un simple vinatero.
Interesante resulta también la figura
principal de la Virgen, entronizada y con el Niño sentado su regazo, más cerca
de las representaciones de las primitivas Vírgenes Negras, como Isis, Astarté,
etc., que de la figura materna de los Evangelios, sustituyendo a la figura de
María Magdalena, cuya advocación había brillado hasta entonces en muchos
templos medievales.
Cuenta con
otra portada, situada en el lateral norte. Se especula que pudiera representar
una posible Anunciación, como
en el caso de la iglesia de Santa María del Azogue en Betanzos, que sugiere la
figura del mensajero, papel que en algunas fuentes antiguas representaba Juan
el Bautista. También aparecen más elementos singulares, como las cuatro cruces
inmersas en un círculo, que recuerdan las cuatro ruedas del carro de Yahvé en la visión del
profeta Ezequiel, y un posible árbol de la vida donde parece adivinarse la presencia
de un ave, que tal vez haga referencia al de Jesé o a San Juan evangelista,
cuyo recuerdo los canteros dejaron labrado en el claustro del monasterio
burgalés de Santo Domingo de Silos. Otra particularidad de la portada es la
pequeña figura humana que parece deslizarse a través de la piedra, en el lado
superior derecho.
La pequeña
capilla que se localiza en el lateral izquierdo, muestra, a tamaño casi natural,
una moderna talla de la Magdalena
penitente, y otra vez la anteriormente escena de la Anunciación con la humanizada figura angélica del mensajero
Gabriel, representadas como estatuas-columna o atlantes, situadas al principio
de la nave. En las columnas de la cabecera, más pequeñas y labradas en su
interior, se localizan también dos tallas: una de Santiago y la otra de la
Virgen con Niño.
Otro de los detalles interesante es
el templete adosado al ábside. Templete y forma que, además de coronar las torres
de muchos templos galleros que se localizan en uno de los tramos más relevantes
del Camino de Santiago, como es el de O Cebreiro a Triacastela, se localiza,
así mismo, en lugares relevantes, siendo uno de los más representativos el
cementerio noyés anexo a la iglesia de Santa María a Nova.
Iglesia
de Santa María. (Taboada dos Freires. Lugo).
Esta
singular iglesia dedicada a la figura de Santa María, está situada en una
pequeña
población que conserva su ancestral nombre: Taboada dos Freire. Situada a unos siete kilómetros de Taboada, su construcción data de 1190 como indica la inscripción visible situada en el tímpano: Era MCCXXVIII, y que fue prácticamente remodelada en los siglos XVII y XVIII, perdiendo su identidad románica al ser adaptada a los gustos de la época sin dejar sus mediáticas y antiguas curiosidades.
población que conserva su ancestral nombre: Taboada dos Freire. Situada a unos siete kilómetros de Taboada, su construcción data de 1190 como indica la inscripción visible situada en el tímpano: Era MCCXXVIII, y que fue prácticamente remodelada en los siglos XVII y XVIII, perdiendo su identidad románica al ser adaptada a los gustos de la época sin dejar sus mediáticas y antiguas curiosidades.
Destinada ahora a las funciones básicas
como parroquia y como capilla cementerial, la iglesia de Santa María de Taboada
dos Freires llama la atención por la singularidad del tímpano de la portada
principal, situada en el lado oeste ofreciendo una versión personal y muy
peculiar de la escena en que Sansón, que perdió toda su fuerza cuando Salomé le
cortó su pelo, está cabalgando sobre el león. Un león que parece tener la
cabeza de caballo. Algunas representaciones zoomorfas del románico responden
más a referencias de oídas que a lo visto, pero aquí el Maestro Pelagio o
Pelasgo, quiso jugar con doble sentido, transformando el león en un animal
solar y la figurada montura del Conocimiento a la que hay que doblegar.
Este
simbolismo se ve reafirmado en la figura del supuesto Sansón, representando al
jinete o buscador capaz de acceder a la montura mística desprovisto de su
melena o de su orgullo y su vanidad. A templarios el único animal que les
estaba permitido cazar era el león, por lo que se podría interpretar como un
símbolo añadido.
Se
completa la escena con una curiosa Cruz patada con cierta peculiaridad, considerada
como única en su género en el lateral inferior derecho al incluir un quinto
travesaño añadido al horizontal izquierdo, como formando un timón. Esta misma
cruz ocupa el centro del tímpano situado de la puerta lateral sur de la
iglesia.
De planta rectangular y ábside
cuadrado, la cabecera conserva en el centro un pequeño ventanal románico. Sus capiteles
alternan motivos vegetales y arpías y algunos otros interesantes motivos
decorativos. De difícil datación son las sepulturas anónimas situadas al pie de
la entrada principal, cuyo único motivo de decoración, son la calavera con las
tibias cruzadas, emblema que sirvió como enseña en los navíos de la flota
templaria, siendo el precedente de las banderas piratas.
Iglesia de Santa María de Olivais o La Charola. (Tomar. Portugal).
Cuando en
1312 la Orden del Temple es suprimida y posteriormente en el 1314, el Gran Maestre Jacques de Molay es ejecutado en la hoguera, en Portugal, el rey Don
Dinis, procede a reconvertir la Orden del temple en la Orden de Cristo.
En Tomar,
donde en su castillo estaba establecida la Orden, se llevaría a cabo una de las
mayores y más espectaculares construcciones templarias, así como las
transformaciones posteriores que fueron realizándose, y que abarcarían el
espacio de tiempo que va desde principios del siglo XII hasta finales del siglo
XVII.
Este
nuevo convento del Santo Cristo, no iba a tratarse de un templo más de factura
templaria, así como sus actividades tampoco estarían completamente dedicadas a
la contemplación. Fue a través del convento-fortaleza de Cristo que se
iniciaron las mayores expediciones al nuevo continente, es decir, a América. Prueba
de todo ello fueron las cruces de Cristo con que adornaron las velas de las
tres carabelas que llevó Colón hasta América.
Una especie
de templo circular, cuyo estilo es influenciado por los modelos religiosos y
arquitectónicos de Jerusalén en la época de las cruzadas, imitando
especialmente al Templo de la Roca de la Ciudad Santa sería la más importante de las iglesias
templarias del lugar y la matriz de todas las iglesias de la época del
descubrimiento, siendo considerada como "nullius diócesis", con
jurisdicción propia e independiente; no pertenecería a diócesis alguna. Esta
era la Iglesia de Santa María do Olivar donde las evidencias encontradas, han
proporcionado una información muy valiosa sobre las creencias y doctrina de los
caballeros templarios. La Iglesia
de Santa María de Olivais fue lugar de paso en el Camino de Santiago que va de
Portugal a Santiago de Compostela, como lo atestigua la vieira de peregrino que
se observa en el friso de la puerta del campanario.
La entrada a
la misma se encuentra por debajo del nivel del suelo descendiendo ocho
escalones. Algo inusual para un templo cristiano. El número ocho no se
encuentra únicamente en los escalones de acceso a la iglesia, también aparecen
en las ocho columnas octogonales que de la nave central. Por si fuera poco, el
número ocho aparece en varias losas o lápidas en el suelo de la iglesia, en
esta ocasión en sentido transversal, o sea, conformando el símbolo del
infinito.
El número
ocho tenía mucho que ver en las creencias o doctrinas de los caballeros templarios.
Al mirar con atención las diferentes figuras que aparecen en el templo no pasa
desapercibida la estrella de Salomón, de cinco puntas, que aparece encima del
altar mayor. Nada obedece a la casualidad pues hay otras evidencias y extrañas
causalidades que existen en el templo.
Hay un
cuadro, titulado de Pentecostés, en el que aparece el Espíritu Santo
descendiendo sobre dieciséis apóstoles, y aparecen diecisiete lenguas de fuego
sobre las cabezas de cada uno de ellos. ¿Dónde está el apóstol diecisiete?,
acaso aún no ha nacido y se encuentra en el vientre de su madre. Aparecen
varias mujeres, estando posiblemente María Magdalena entre ellas.
También
resulta extraño que los pies del apóstol representado en primer término y que
posiblemente represente a San Pedro, solo posee cuatro dedos en el pie,
mientras que en la mano parece tener seis. ¿Qué quieren decir con esto el autor
del retablo?.
En una de
las capillas adyacentes se encuentra una extraña figura. Se trata de Santa Ana,
madre de María la madre de Jesús, quien lleva en brazos a la Virgen María y
ésta a su vez al niño Jesús. En otra capilla anexa hay una loseta o mosaico que
no parece ser más que un simple dibujo de adorno, pero al mirarlo a cierta distancia,
aparece dibujada la cruz templaria.
Hay una
serie de puertas paralelas o en serie, que comunican entre sí todas las
capillas del mismo lado derecho del templo. Cuando uno se coloca en un extremo
de dichas puertas, lo que ve al final de las mismas es el reflejo de su propia
imagen. Como en una puerta adimensional.
En la
capilla donde está la tumba del Gran Maestre Gualdim Pais, hay una esfinge de María
Magdalena en actitud de custodiar o velar por el descanso del Gran Maestre. Es
conocida la advocación que sentían los caballeros templarios por la figura de
María Magdalena pues en los templos y construcciones del Temple, la figura de
María Magdalena ocupaba un lugar preferente.
No hay que
pasar por alto la gran necrópolis descubierta, y que abarca el espacio que va
desde el pórtico de la iglesia hasta la torre del campanario con más de mil
esqueletos humanos, siendo una de las mayores necrópolis de toda la península
Ibérica, al haber sido destinado el lugar como campo santo desde el siglo XIII
al XVII.
NOTA: Los textos e imágenes han sido recogidos de entre varias publicaciones sobre la Orden de los Templarios, entre ellas Wikipedia, National Geographic, ABC.es, etc.
Sr. Lopetegui
ResponderEliminarMuy interesante y valioso aporte.
Desde Colombia un saludo.
Maravillosa la historia de las construcciones y ellas en si mismas.
¿ existen otras en ruinas ?
Tambien seria interesante.
Hola....
ResponderEliminarMuy interesante y completo los datos. Gracias por compartir.