lunes, 1 de abril de 2013

Abril. Aguas mil.


Abril. Aguas mil.

 
“Es el ruiseñor alegre,
que agolpa y precipita en un torrente
veloz y denso sus notas sin fin,
como si sola una noche de abril
pudiera resultarle insuficiente
para aliviar su alma de su canto:
Música de amor volando”.
Poema de: Coleridge.
 
Abril es el cuarto mes del año Juliano y Gregoriano y es uno de los cuatro meses que tienen 30 días. Abril era el segundo mes del año en el antiguo calendario romano antes que el Rey Numa Pompilio añadiera a enero y febrero alrededor del 700 AC. Los antiguos romanos le llamaban Aprilis en latín.
No se conoce exactamente el origen de la palabra abril. Se ha querido relacionar con el verbo aperire ('abrir'), por la supuesta forma aperilis, asociándolo a que en este mes la primavera abre la tierra, las flores, etc. Ovidio se une a esta idea; pero no hay fundamento etimológico que lo sustente.
También se ha propuesto como origen el griego aphrós ('espuma') a través de la forma aphrilis. Este nombre guarda un parecido con Aphrodíte, palabra griega que lleva dentro la palabra espuma y significa Afrodita, el nombre griego de una diosa mitológica, que los romanos llamaban Venus.
La piedra de abril es el diamante, y su flor, la margarita.
Abril se inicia el mismo día de la semana que julio todos los años, y que enero en los años bisiestos. Abril termina el mismo día de la semana que diciembre cada año.
En algunos países de Europa, se ha practicado el primer día de este mes, una costumbre cuyo origen no ha sido explicado de forma satisfactoria. En este día la broma más corriente consiste en enviar a una persona ignorante o confiada a que haga un recado inútil.
El cándido que cae en la trampa, recibe en Inglaterra el nombre de “Inocente de Abril”; en Escocia se dice que está “Cazando el cuco” y en Francia recibe el calificativo de “Poisson d´Abril” o pez de Abril.

En Abril, las aguas mil.
Poema de : Antonio Machado.
Son de abril las aguas mil.
Sopla el viento achubascado,
y entre nublado y nublado
hay trozos de cielo añil.
Agua y sol. El iris brilla.
En una nube lejana,
zigzaguea
una centella amarilla.
La lluvia da en la ventana
y el cristal repiquetea.
A través de la neblina
que forma la lluvia fina,
se divisa un prado verde,
y un encinar se esfumina,
y una sierra gris se pierde.
Los hilos del aguacero
sesgan las nacientes frondas,
y agitan las turbias ondas
en el remanso del Duero.
Lloviendo está en los habares
y en las pardas sementeras;
hay sol en los encinares,
charcos por las carreteras.
Lluvia y sol. Ya se oscurece
el campo, ya se ilumina;
allí un cerro desaparece,
allá surge una colina.
Ya son claros, ya sombríos
los dispersos caseríos,
los lejanos torreones.
Hacia la sierra plomiza
van rodando en pelotones
nubes de guata y ceniza.


“Pronto sobre tu cabeza cantará el aire de abril;
Flores silvestres a miles se abrirán en torno a ti;
Brillarán los brotes verdes con el rocío invernal,
Será todo como antes, esplendor primaveral”.
Poema de: J. Kebbe.


“Ya florecen los lirios en las riveras,
Y en las colinas las primaveras:
En los valles echan brotes los espinos
y están blanquísimos los endrinos”.
Poema de: Burns.

 
Mi Poema de Abril.
Poema de: Ramón Almagro.
 
Picoteando la cáscara
de algún viejo recuerdo
con la lluvia de Abril
nacerá mi poema
le pondré mil colores
con obscuros y claros
una música tenue
y el perfume de nardo.

Como una luciérnaga
volará titilando
subirá por los aires
escapando de mi alma
se estiraran mis manos
sin poder alcanzarlo
y dejará mis labios
como siempre rogando

Que una estrella lo guíe
que lo lleve a tu lado
Pues si tú lo encontráras,
si llegas a escucharlo
mi poema de Abril
quizá viva hasta Mayo.

 


Abril florecía.
Poema de: Antonio Machado.
 
Abril florecía
frente a mi ventana.
Entre los jazmines
y las rosas blancas
de un balcón florido,
vi las dos hermanas.
La menor cosía,
la mayor hilaba...
Entre los jazmines
y las rosas blancas,
la más pequeñita,
risueña y rosada
su aguja en el aire?,
miró a mi ventana.

La mayor seguía
silenciosa y pálida,
el huso en su rueca
que el lino enroscaba.
Abril florecía
frente a mi ventana.

Una clara tarde
la mayor lloraba,
entre los jazmines
y las rosas blancas,
y ante el blanco lino
que en su rueca hilaba.
¿Qué tienes? le dije?
silenciosa, pálida?
Señaló el vestido
que empezó la hermana.
En la negra túnica
la aguja brillaba;

sobre el velo blanco,
el dedal de plata.

Señaló a la tarde
de abril que soñaba,
mientras que se oía
tañer de campanas.
Y en la clara tarde
me enseñó sus lágrimas...
Abril florecía
frente a mi ventana.

    Fue otro abril alegre
y otra tarde plácida.
El balcón florido
solitario estaba...
Ni la pequeñita
risueña y rosada,
ni la hermana triste,
silenciosa y pálida,
ni la negra túnica,
ni la toca blanca...
Tan sólo en el huso
el lino giraba
por mano invisible,
y en la oscura sala
la luna del limpio
espejo brillaba...

Entre los jazmines
y las rosas blancas
del balcón florido,
me miré en la clara
luna del espejo
qué lejos soñaba...
Abril florecía
frente a mi ventana.
 

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