domingo, 16 de septiembre de 2012

Bodega Ysios

Bodega Ysios, donde la belleza se mimetiza con el paisaje.
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En esta bella zona Alavesa de Laguardia, una de las más tradicionales y mejores zonas mundiales productoras de uvas de altísima calidad, se levanta la silueta sorprendente de Ysios. Concebida para ser la punta de lanza de la D.O. Rioja en el siglo XXI.
Se integra plenamente en el paisaje, a los pies de la Sierra de Cantabria que la protege de los vientos del noroeste. La bodega sorprende y fascina al que visita esta tierra privilegiada, considerada como una de las mejores zonas del mundo para el cultivo de la vid. Toda esta innovación está al servicio de un proceso tradicional de elaboración y crianza por parcelas.
Como si se tratara de un pájaro a punto de levantar su vuelo, la estela de la bodega se presenta anticipando la Sierra de Cantabria.
El arquitecto Santiago Calatrava la diseñó a través de la sublimación de las líneas de una hilera de barricas. Igual que su interior que también sigue su estela vanguardista. La innovación en las formas se descubre al viajero de forma fascinante en Ysios.
El edificio es similar a las Escuelas de la Sagrada Familia obra de Gaudí, inauguradas el 15 de noviembre de 1909.
Foto del archivo de Wikipedia.
La obra fue inaugurada en 2001 y ha sido concebida desde su origen como la Bodega más innovadora de la Denominación de Origen Rioja, diseñada para ser la punta de lanza del siglo XXI. Funcionalidad y vanguardia se fusionan para facilitar el proceso de elaboración del vino.
La obra se basa en dos muros portantes de hormigón armado, separados 26 metros entre ellos, y revestidos por lamas de madera, tratada con sales de cobre, en sentido vertical, consiguiéndose mediante el reflejo de los muros en los estanques la figura de grandes toneles que nos recuerdan el objetivo de la edificación.
Estos muros mantienen una sinusoide en planta, actuando como cerramiento longitudinal de la bodega, cuya longitud total es de 196 metros.
La cubierta es el elemento fundamental y está formada por vigas de madera que apoyan sobre los muros laterales, describiendo así una superficie ondulada.
El material empleado en su acabado exterior es el aluminio natural, que contrasta con la calidez de la madera, además de optimizar las posibilidades dinámicas del singular edificio.
Estructuralmente está formada por vigas de madera laminada, que apoyan sobre los muros laterales, colocadas sobre planos inclinados y en sentido transversal al eje longitudinal del edificio.
Así, su envolvente exterior crea una superficie reglada combinando superficies cóncavas y convexas. El interior de la bodega acompaña la concepción vanguardista del exterior.
En la planta baja hay 36 depósitos troncocónicos de fermentación de 22.000 litros cada uno. En la primera planta hay 10 depósitos de 16.000 l. que están dedicados a la estabilización por frío. Antes del embotellado se utilizan 8 depósitos de 45.000 l. todos ellos de acero inoxidable.
No hay nada dejado al azar; existen unos depósitos de fermentación de reserva para el caso de una añada que hubiera que realizar una segunda decantación (aun no han sido utilizados...). La clarificación se realiza por medio de gelatinas vegetales en vez albúminas u otros productos.
Una vez realizado este proceso, el vino pasa a alguna de las 1800 barricas de que dispone la bodega; su nivel de rotación es espectacular, cada año se renueva un tercio del total de las barricas (55% de roble francés, 5% de roble húngaro y un 40% de roble americano). Su permanencia en barrica es de 15 meses para el Ysios y para la Edición Limitada 18 meses (este sólo en roble francés).
Un botellero con un millón de botellas.
La línea de embotellado de la marca GAI (Italia), embotella 2.500/3.500 botellas/hora.
Intentamos realizar fotografías desde lejos al frente de la bodega y se produce un efecto muy curioso: parece que la imagen se pixela; es un efecto óptico, dada la configuración de las piezas rectangulares colocadas en la parte frontal.
Ya desde lejos nos saluda bodegas Ysios, con las viñas por delante y el monte Cantabria por detrás. Una porte majestuosa que se integra perfectamente con el paisaje; su grandeza se va destacando poco a poco hasta dejarnos con la boca abierta cuando estamos en el frontal de la bodega. Sucede como con el Papamoscas de la catedral de Burgos, que miras hacia arriba y la boca se te abre de forma involuntaria.
Ahora vamos a ver la bodega.
Nada más entrar en la bodega las relaciones públicas de la bodega nos reciben dispuestas a enseñarnos todos los secretos del vino desde la viña, con la recogida y su elaboración hasta el momento de servirlo en copa. Para comer en la bodega se debe consultar con el departamento de relaciones públicas.
Detrás de unos cristales estratégicamente situados, está la nave de barricas; el efecto estético del realce de las barricas, como corresponde a una bodega, está muy conseguido, destacan sobre todo lo demás. Su temperatura y humedad, al estar en la superficie, están reguladas con aire y vapor de agua.
Desde el año 2001 el enólogo Luis Zudaire trabaja en la elaboración de unos crianzas con personalidad y lleno de matices donde él pone sus conocimientos al servicio de esta firma que ha sabido elegir el lugar adecuado para elaborar uno de los mejores caldos de la Rioja Alta alavesa. Toda esta innovación está al servicio de un proceso tradicional de elaboración y crianza por parcelas.
La distribución de la bodega es funcional, sin llegar a la perfección, como sería deseable: la sala de barricas está en el centro, majestuosa, y es la que marca la pauta de toda la distribución.
La bodega pone a disposición de los amantes del vino la posibilidad de comprar una barrica o media barrica, equivalentes a 300 y 150 botellas respectivamente y pertenecer a su Club Ysios. Esto da derecho a disponer de manera preferente de la zona social de la bodega con su magnífico mirador y poder personalizar las etiquetas de las botellas.
En un rincón de la bodega y con acceso independiente están ubicadas las instalaciones para los socios del Club Ysios, donde destaca un amplio y confortable salón con una decoración cuidada. La decoración de las mesas del club es minimalista: una botella del club Ysios, acompañada de dos piedras blancas, que le confieren un aire zen al conjunto.
Destaca un ventanal estratégicamente situado que simula ser un cuadro de gran formato, un cuadro natural, que va cambiando con las estaciones del año y a lo largo de las horas del día.
Así como su bodega es única, ésta elabora únicamente vino de alta gama, reserva, que se denomina precisamente Ysios. El vino tiene tantos reconocimientos y medallas en todas sus añadas que casi nos parece pretencioso añadir nosotros algo o ponerle etiqueta y adjetivos de alabanza.
Es un vino muy moderno, distinto a los clásicos de Rioja, con potente color y de gran complejidad tanto en nariz como en boca. Simplemente, pruébalo, te sorprenderá tanto como su bodega. Los vinos que comercializa esta bodega son Ysios, Edición Limitada y dos vinos de autor. El vino Edición Limitada se elabora con las uvas del viñedo más viejo, unos 80 años, pura ambrosía. Son 5000 botellas numeradas.
Todo el viñedo es propio, 75 Ha, todas de tempranillo. La parcela que bordea a la bodega es la más joven, dándole ese aire de chateau modernista que tiene.
Los vinos se elaboran a partir de los viñedos de la propia bodega, conservando la personalidad de cada uno de los terruños. Son tres fincas principales, con una extensión total de 50 hectáreas. De esta manera Ysios, un reserva actual, con buen equilibrio entre la fruta y los recuerdos de tostados, exprime y respeta la personalidad propia del viñedo del que procede.
La superficie de viñedos es de alrededor de 75 hectáreas. La totalidad es viñedo propio. El viento del noroeste se transforma en un viento seco y cálido, con efecto aseptizante en el viñedo, lo que hace que la existencia de plagas sea prácticamente nula. La precipitación anual media es de 350-400 l. El tipo de poda es de doble cordón y vaso.
La bodega pertenece al grupo Domecq y es su niña bonita: arquitectura impactante firmada por Santiago Calatrava, vinos muy cuidados, sólo Reservas, y producción limitada. Incluso si hay un año que el vino no da la talla exigida, no se comercializa esa añada, como sucedió en el año 2003.

La variedad de la uva es Tempranillo  y la edad de las cepas de 25 a 30 años. La uva se transporta en cajas individuales de unos 200-250 Kg., para un mejor cuidado y que llegue en mejores condiciones a la zona de selección.

La primera selección de la uva se hace en el campo, vendimiando a mano. La segunda se realiza en la mesa de selección de la bodega, eliminando cualquier racimo o uva en mal estado. Las cajas pasan por la mesa de selección, separando las de cada parcela.

El suelo del terreno es predominantemente arcillo-calcáreo, pobre en materia orgánica. Configurado en suaves ondulaciones, que por su situación favorece una buena aireación así como un buen drenaje.
La consecuencia climática de la Sierra de Cantabria es proteger al viñedo riojano de las influencias cantábricas. Esta alineación montañosa, con cumbres que sobrepasan en amplios tramos los 1.300 metros de altura, actúa de manera decisiva para delimitar una frontera bioclimática de gran importancia.
Por un lado, sus altas cotas protegen a la comarca de los fríos y húmedos vientos del noroeste.
La orientación del viñedo asentado en sus faldas, suaves rampas que enlazan con las terrazas del Ebro, hace que el aprovechamiento de las radiaciones por cepa sea máximo y la maduración de la uva sea mejor.
La selección, en todos los ámbitos, es muy exhaustiva. Este método es característico de Ysios: todo el procedimiento de recogida y selección de la uva, y elaboración del vino se realiza separando lo correspondiente de cada parcela; sólo al final, el enólogo realiza las mezclas que considera convenientes para dar al vino ese toque tan particular.
Nacida a primeros del siglo XXI, la bodega Ysios simboliza precisamente la nueva filosofía que va impregnando Rioja y sus bodegas con instalaciones muy avanzadas tecnológicamente y elaboradoras de vinos distintos a los tradicionales. En definitiva, es la penúltima apuesta del grupo Domecq Bodegas en Rioja que posee, además, otras bodegas en varias de las mejores Denominaciones de Origen de nuestro país.
Es la bodega que representa la comunión que se ha producido en el mundo del vino con la construcción de edificios emblemáticos. Por ser la pionera sorprendió y sigue sorprendiendo el impresionante edificio que diseñó Santiago Calatrava y que ya casi forma parte de la identificación de “paisaje-vino-arquitectura” de nuestro país y que se ha convertido, sin duda alguna, en el icono más emblemático de la zona.
Escribir sobre esta bodega es verdaderamente complicado, porque ni siquiera las imágenes hacen méritos a lo que el viajero siente cuando la divisa por el camino que nos acerca a la misma: hay que estar allí, la Sierra de Cantabria al fondo, la majestuosa línea del frontal de la bodega, la lámina de agua que refleja sus contornos, la extensión de viñedos que rodean al edificio ... merece la pena perder el tiempo que haga falta en disfrutar del exterior para luego asombrarse del interior.
Desde el inicio al final es difícil que al visitante se le cierre la boca del asombro por lo que ve y sobre todo por lo que le explican. Porque la explicación gira tanto en torno al edificio como del sistema de elaboración del vino. Desde que entra la uva hasta que sale el vino. Una clase muy didáctica y amena de la nueva elaboración tecnológica de los vinos.
La bodega tiene programadas visitas de lunes a domingo, siempre bajo cita previa, y las tiene distribuidas en tres pases los días laborables y dos los fines de semana. La visita es muy didáctica, se ven cosas que sólo se pueden ver en esta bodega, y dura aproximadamente una hora. Después se puede estar en la enotienda degustando sus vinos.
La bodega en el interior es una singular composición de estancias de hormigón y madera que desembocan en una hermosa catedral que es la sala de crianza, imponente, con una sola altura de barricas para ver en todo su esplendor la majestuosidad de este templo del vino por el que se filtra la luz proveniente del mirador-zona social que tiene la bodega en su parte superior.
La vista desde esta zona social es indescriptible: a un lado, la sala de barricas que acabamos de ver y al lado opuesto, al fondo, la atalaya dónde se asienta la villa amurallada medieval de Laguardia. La arquitectura de la bodega se refleja en sus vinos, que conjugan la innovación del proyecto con la tradición de estas tierras.. o de la combinación divina de su nombre, que combina a Isis y a Osiris.
El edificio de la Bodega Ysios se concibe como un elemento completamente integrado en el entorno donde está ubicado, configurando un hito arquitectónico y convirtiéndose, de este modo, en un símbolo paisajístico del entorno en el que se encuentra ubicado.
Formalmente, el edificio se concibe de forma lineal, creando una continuidad acentuada por los accesos desde los testeros. Esta continuidad se aprecia en las plantas, donde se observa una óptima distribución del edificio para conseguir el mejor proceso de elaboración y producción de los caldos.
El proceso comienza con la recepción de la uva, y continúa con las bodegas de elaboración, tratamiento de frío, preparación de productos enológicos y filtración, zona de crianza en barrica y botellero, terminando con su embotellado, almacenamiento y expedición.
Y ahora un brindis. Por todos nosotros.
Y por nuestra salud.
Aitor Lopetegui Mugarza.
Fermín Lopetegui Loinaz.
Visita del 07.09.2012
Nota: El texto es recogido de folletos informativos y páginas web. Las fotos rotuladas son del autor.

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