miércoles, 7 de noviembre de 2012

Mezquita y Catedral de Córdoba.

Mezquita y Catedral de Córdoba.

Catedral de la Asunción de Nuestra Señora, antes Santa María Madre de Dios, es el nombre eclesiástico de la Catedral de Córdoba, o antigua Mezquita de Córdoba.

El filósofo, escritor y político indio Muhammad Iqbal, visita la Mezquita de Córdoba en 1933. Tal es el impacto que le crea, que escribe un largo poema sobre sus sentimientos durante la visita al templo: “Mi visita a la Mezquita ha elevado a tal altura de sentir, como nunca había alcanzado antes”.
Este impresionante ejemplar del siglo VIII por su extensión, 23.400 m2, fue la segunda mezquita más grande del mundo en superficie, por detrás de la Mezquita de la Meca, siendo sólo alcanzada posteriormente por la Mezquita Azul de Estambul construida en 1588. Cuando observamos su fachada, cerrada por fuertes muros coronados de almenas no nos podremos imaginar las maravillas que encontraremos en su interior, aquellas que hicieran al escritor inglés Gerald Brenan escribir: es el más bello y original edificio de España. No en vano ha sido declarada patrimonio de la humanidad.
La Mezquita, que es Catedral al mismo tiempo, representa un mosaico de culturas y estilos arquitectónicos diversos que fueron siendo agregados durante los nueve siglos que duró su construcción, ampliaciones o reformas.
En su interior se pueden apreciar aportaciones hispano-romanas y visigodas, influencias sirias, persas y bizantinas, un estilo muy peculiar que inauguró el arte hispano-musulmán o estilo califal. Este estilo arquitectónico pervivirá a través de los reinos taifas, en el arte nazarita, y a través de los reinos cristianos en el estilo mudéjar, de los musulmanes que viven en territorio reconquistado sin cambiar su religión, y en el arte de los mozárabes, cristianos que convivieron con los moros en tiempos de la reconquista.
La construcción de la Mezquita fue iniciada por Abderramán I, en el año 785, en el lugar que ocupaba la basílica visigótica de San Vicente Mártir inspirándose en una mezquita omeya de Jerusalén.
El resultado de esta primera etapa constructiva fue una armónica sala de 11 naves con 110 columnas de mármol y granito con capiteles romanos paleocristianos y bizantinos. Sobre ellos una doble serie de arcos de herradura y medio punto que constituyeron una novedad arquitectónica sin precedente. El juego de luces y sombras que ofrecen la piedra caliza y el ladrillo de sus arcos crea una singular atmósfera.
En el año 833 Abderramán II la amplía, añadiendo 8 arcadas. Las columnas que la sujetan son de mármol blanco procedentes del teatro romano de Mérida. Once capiteles son árabes, y el resto son romanos y postromanos.
En el año 961 Alhakem II aporta los mayores tesoros que hoy tiene la mezquita: el Mihrab, con su preciosista y exuberante decoración en mármol labrado y la cúpula octogonal central de arcos entrelazados de la Kliba, consideradas ambas obras maestras del arte universal.
La última y mayor ampliación se debe a Almanzor, que en el año 987, casi dobló su talla. De esta época son las columnas de mármol azul con capiteles compuestos, y las de mármol pardo rojizo con capiteles corintios.
La Mezquita de Córdoba presenta adicionalmente dos singularidades que la diferencian de resto de las mezquitas del mundo: Su orientación, pues no mira a la Meca.
En ello se ha querido ver la nostalgia que Abderramán I sentía por Damasco, expresada por él mismo en su poesía. Pues lo cierto es que la Mezquita de Córdoba se orienta a las mezquitas de Damasco y no a la Meca.La otra singularidad es su ubicación descentralizada del Mihrab. Ello se debe a la ampliación que hizo Almanzor, que tuvo que hacerla por el lado oriental, ya que al Sur se topaba con el río Guadalquivir y al Oeste estaba el palacio del Califa.
Es por último de resaltar la belleza de los patios y puertas de la mezquita, por las novedades que supusieron en el arte de la época y por sus ricos artesonados, considerada en su totalidad como uno de los mas bellos ejemplares del arte musulmán español.
En 1238, tras la Reconquista, se llevó a cabo la conversión de la mezquita en una catedral católica con la ordenación episcopal de su primer obispo, Lope de Fitero. Ya en el s. XII había sufrido algunas modificaciones, como la construcción de la Capilla Real para ser utilizada como panteón de varios reyes castellanos. Pero fue en 1523, cuando el cabildo eclesiástico, con el apoyo de Carlos V, ante la oposición del Consejo de la ciudad mandó edificar una gran nave en el interior de la mezquita.
Las obras tardaron 234 años, por lo que al inicial estilo gótico se le añadieron el estilo renacentista y el barroco. De esta última época destacan en su interior la barroca Capilla del Cardenal que alberga el tesoro catedralicio, con la custodia de Enrique de Arfe, el crucifijo de marfil de Alonso Cano y notables esculturas y pinturas. A este periodo constructivo, tras la reconquista, se debe que este templo concentre tal amalgama arquitectónica, albergando en un mismo edificio la que fue una gran mezquita y a una catedral.
El Tesoro de la Catedral se encuentra en la Capilla de Sta. Teresa. Aquí puede destacarse el "Sepulcro del Cardenal Salazar y Góngora", auténtica figura del siglo XVIII cordobés, conocido por sus numerosas aportaciones a la ciudad, caso del hospital que lleva su nombre, hoy Facultad de Filosofía y Letras. Como uno de sus tesoros principales, guarda la catedral, la custodia, labrada por Enrique de Arfe. Mide 2,63 metros de altura y pesa más de 200 kilos, esta custodia procesiona todos los años por la calles de Córdoba el día del Corpus. Representa una catedral gótica de planta dodecagonal, se compone de dos cuerpos que alojan en un interior al viril y una imagen de la Virgen de la Asunción.
Hoy constituye el monumento más importante de Córdoba, y también de toda la arquitectura andalusí, junto con la Alambra de Granada.
El edificio alberga el cabildo catedralicio de la Diócesis de Córdoba y es propiedad de ésta, además está prohibido cualquier culto colectivo o rezo organizado no católico. Está declarado Bien de interés cultural en la categoría de monumento y es también uno de los espacios turísticos más visitados de España y se le ha considerado el primero de los doce Tesoros de España.

Como prometí en la entrada de Córdoba a continuación un
recorrido en imágenes de la Mezquita-Catedral.
Pulsando sobre ellas, aumenta su tamaño.

















































































































Nota: Las imágenes son propiedad del autor del blog.

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